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Crema saladita de almendras

En mi dietuto me gusta tener las almendras siempre presentes, y si no son las almendras que sea otro fruto seco o semilla, siempre crudos y siempre activados. Los frutos secos y las semillas son una fuente excelente de grasas, proteínas y minerales.

Las almendras en particular son ricas en el complejo de la vitamina B (especialmente la vitamina B2 o riboflavina), vitamina E y minerales como el cobre, el manganeso, el fósforo, el magnesio, el hierro, el calcio y el zinc. Contiene también todos los aminoácidos esenciales en diferentes proporciones. El único «inconveniente» es su falta de omega–3, que sí que contienen otros frutos secos y semillas. Pero si llevas una dieta saludable y equilibrada, esto no supone ningún problema, ya que encontramos omega–3 en diferentes proporciones en muchos vegetales y frutas crudos —que sirvan de ejemplo las espinacas, las bayas y los melones—. Pero, volviendo a sus beneficios, son ideales para regular el colesterol, pueden reducir los riesgos cardiovasculares en un 50% y ayudan a regular los nieveles de azúcar en sangre y el índice glicémico de los otros alimentos que ingerimos en la misma comida con las almendras, asegurando así niveles de energía sostenida a lo largo del día y favoreciendo el funcionamiento del sistema inmune.

Hay mucho detractor de tomar frutos secos a diario; y es cierto que en cocina crudivegana se puede llegar a abusar de los frutos secos, ya que son la base de la mayoría de los postres. Estos postres, tan ricos por otra parte, tenemos que tener bien claro que no son algo que se coma a diario, sino muy excepcionalmente. Y aquí no hay que incluir sólo los frutos secos, sino todas las semillas como la chía, el lino y las grasas naturales como el aguacate, las aceitunas y los aceites, el coco, el aguacate sin olvidarse del chocolate, el más graso de todos estos alimentos.

La dieta más saludable es la basada en el consumo de verduras de hoja, verduras, frutas (mejor las ácidas y semiácidas), frutos secos y semillas (incluídos los pseudo–cereales como la quínoa o el sarraceno), setas y algas en ese orden de importancia. Y cómo no, que no se me olvide el agua de mar y los rayos del sol.

No hay que perder de vista que para los que no comemos nada de origen animal un pequeño aporte de frutos secos o semillas al día es necesario. ¿Qué cantidad? Pues para cada cual es diferente. Se suele decir que a cada uno le corresponde lo que le quepa en el puño cerrado. Así que si tienes las manos grandes, ¡qué suerte!, te toco más cantidad.

Para tomar los frutos secos o semillas, si los tomas a diario, lo que es imprescindible que hagas es ponerlos en remojo durante la noche y lavarlos bien, descartando el agua, al día siguiente. De esta manera consigues tres cosas: 1) lavar los antinutrientes o inhibidores de enzimas que están en todos los frutos secos y semillas y que si los tomamos cada día se convierten en una pequeña carga tóxica para nuestro hígado; 2) reducir la cantidad de grasa en los frutos secos, no ya tanto porque engorden ya que esta pequeña cantidad de grasa y proteínas es demasiado pequeña para engordar, sino otra vez por el hígado, que tiene que esforzarse más para la metabolización de las grasas; y 3) aumentar la densidad nutricional de los frutos secos y semillas, ya que con el agua despiertan del letargo en el que estaban y empiezan su fase de crecimiento para convertirse en una planta. Este remojo es lo que se llama activación, el despertar de las semillas y la transición de un estado pasivo a un estado activo en el inicio del proceso de crecimiento de la futura planta.

Dicho esto, aquí te dejo la receta de mi crema de almendras saladita.

Esta crema de almendras saladita es realmente deliciosa. A mí me gusta tomarla en otoño añadiendo agua tibia (como máximo a 38 ºC) a la hora de batir los alimentos. Pero en verano es ideal si añadimos agua fresca, así nos refrescamos, nos nutrimos, nos hidratamos y disfrutamos con algo tan sencillo como esta cremita que es pura salud.

Tiempo de preparación: 10 min Tiempo de cocción: no necesita Listo en: 10 min
Para 2 personas

Ingredientes

2 puñados de almendras crudas, activadas
1 taza de agua filtrada o de manantial, fría
1/4 taza de agua de mar
1/2 limón, el zumo
2 dientes de ajo, chafados y con la piel
1/8 c. pequeña de chile en polvo (opcional si es verano)
2 c. soperas de aceite de oliva
2 c. soperas de shiro miso
1 c. sopera de tamari

Para decorar
Tamari y hierba de trigo en polvo al gusto

Método de preparación

Colocar todos los ingredientes en una batidora de vaso y batir hasta obtener una crema muy suave y homogénea. Servir en vasitos y decorar al gusto.

Así de fácil y así de saludable.

¡Bon appétit!

2 comentarios

  1. Isabel Celma dice

    Quina meravella de recepta!! Gràcies per compartir-la.

    • Consol @ www.kijimunas-kitchen.net dice

      Gràcies a tu pel teu comentari tan amorós!
      Ja m’explicaràs si la fas si t’ha agradat.

      Petonets!