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La Naturaleza no se equivoca: las consecuencias de comer sano y hacer deporte. Y un desayuno muy especial

Hoy es día 3 de enero, el tercer día del nuevo 2015 y estoy felicísima de empezar el año no con un solo como tengo por costumbre ya desde hace bastantes años sino con una muy buena compañía. Así es, empezamos con mucha energía, muy positiva y con una nueva colaboración. Hoy os presento a Víctor Suárez, puede que incluso ya lo conozcas, en la red lo encuentras como Bio Víctor. Y, ¿qué te puedo contar yo de Víctor? Pues sólo cosas buenas, cosas buenas de sus colaboraciones desinteresadas; de sus ideas y su estilo de vida consciente, sostenible, compasivo y ético; de sus conocimientos multidisciplinares que van desde el mundo de la informática a cómo cuidar del huerto; de… Podría escribir largas líneas, pero prefiero que lo conozcas por tí mismo/a, ya que estoy segurísima que vas a querer leer cómo se presenta él mismo en su blog después de leer lo que ha escrito hoy para nosotros. Pero, tomando prestadas algunas palabras de su blog, sí que te voy a decir que Víctor es una de esas maravillosas personas que cree que es posible dejar un mundo mejor del que había cuando llegamos y por eso se despierta todos los días con una sonrisa en los ojos, pensando: ¿Qué voy a hacer hoy?

En su compañía al final de este post, te dejo yo también una receta súper sencilla y deliciosa con la que disfrutar cuidándote: una leche vegetal sin semillas… ¿Una leche sin semillas? ¿Sin frutos secos? ¿Sin coco? ¿Sin sufrimiento animal? Así es, no sólo es posible, sino que es de lo más saludable. Pero no saltemos aún a la receta, te dejo primero con Víctor y las reflexiones que tiene que compartir con nosotros, espero que las disfrutes  tanto como lo he hecho yo. ¡Qué suerte rodearse de personas tan conscientes y sabias!

La Naturaleza no se equivoca: las consecuencias de comer sano y hacer deporte regularmente.

— Mami, ¿cuál es el animal más inteligente de la tierra?
— Los humanos, hijo.
— ¿Seguro?
— Claro, por eso tenemos escaleras mecánicas y comida artificial envasada que dura cinco años.
— Pero… Eso no nos hace más inteligentes, más bien al contrario.
— Da igual, somos los animales más inteligentes y punto. Y deja de leer esas revistas raras, te hacen pensar demasiado, y tú tienes que ser normal.

Tenemos el mayor parecido genetico (99%) con los grandes simios, sin embargo, y a pesar de nuestras similitudes fisiológicas casi idénticas con ellos, nuestra alimentación es radicalmente distinta. ¿Nos acarreará esto problemas? O, por el contrario, ¿será que nos está yendo bien?

La Naturaleza, esa madre tan sabia, ella no se equivoca. Todas las especies con una fuerte relación genetica, sin excepción, sus alimentos son practicamente los mismos. No es casualidad, es causalidad. Es decir, tiene una razón de ser, y que podemos obviar, pero eso tiene sus consecuencias, aunque ya estén casi todas ellas normalizadas.

No sólo estoy convencido, sino que lo estoy viviendo en primera persona. Una buena alimentacion con deporte y constancia nos lleva a un estado de salud óptimo que se ve reflejado, indiscutiblemente, en nuestra apariencia fisica. Pero como ya sabemos, el envoltorio que nos cubre es completamente superfluo. Lo que es realmente importante es que un cuerpo sano es el reflejo de un organismo muy saludable y que funciona correctamente.

Ya los sabemos de memoria, los beneficios de hacer deporte:

  • Favorece el sistema cardiovascular
  • Disminuye la presión sanguínea
  • Mejora la circulación
  • Reduce el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares
  • Mejora la salud mental
  • Reduce el estrés
  • Aumenta el funcionamiento del sistema inmunitario
  • Ayuda a mantener un nivel saludable de azúcar en la sangre
  • Beneficia la calidad del sueño

Pero a pesar de aprenderlo en la guardería, no lo aplicamos hasta que nos salen canas o hasta que el médico nos pone entre la espada y la pared con su «O hace usted deporte regularmente o le quedan muy pocos años de vida y con una calidad pésima».

Por si fuera poco, a muchas personas les preocupan los famosos «achaques de la edad». ¿Que será eso? Son esos dolores e incapacidades que «inevitablemente» llegan a medida que cumplimos años. Es como si no pudieramos hacer nada contra ello. Nos convertimos en víctimas del destino. Falso, terriblemente falso y por otro lado muy desalentador.

Si realmente reflexionamos, existen muchas poblaciones donde no existe la jubilación como la conocemos en España o en los países industrializados. Tenemos la idea de que cuando te jubilas, automaticamente te conviertes en algo insevible para la sociedad productiva. Eres un despojo humano, al que sólo le queda esperar sentado el fin de sus días. Qué triste, ¿no?

Es importante recordar que existen varias enfermedades genéticas y que algunas personas son más propensas que otras a desarrollarlas. Es decir, algunas tienen una semilla de mayor o menor medida, pero eso no significa que vayan obligatoriamente a germinar hagamos lo que hagamos. Tanto la alimentación como el deporte juegan un papel importante en el desarrollo o no desarrollo de esas enfermedades genéticas, es decir, en que esa semilla brote o se quede dormida.

Los casos de cáncer y de enfermedades entre los animales salvajes son tan raros que casi no se conocen. Y los grandes simios no son la excepción. Ellos y ellas tampoco enferman, viven plenamente hasta su último día de vida. Pero, y… ¿qué pasa con los humanos, esos homínidos tan inteligentes y parecidos a los grandes simios? Ese es el quid de la cuestión y es por eso por lo que he escrito este artículo.

Los monos saben instintivamente qué deben comer. Y a pesar de sus grandes colmillos (les sirven para amedrentar a sus posibles agresores) comen básicamente frutas y verduras de hoja verde en estado natural, es decir, crudas. Lo repito: frutas y verduras de hoja verde crudas. ¡Uf! ¿Qué humano podría comer así? Suena muy extremo. Somos la única especie que enferma tanto, con creces, y que además, refina sus alimentos, que los rocía con veneno, que los somete a altísimas temperaturas…  Estamos muy ocupados en seguir siendo productivos, en vez de mirarnos un poco más por dentro y ser críticos con nosotros y nosotras mismas. Pero, claro, como «los achaques de la edad» van a llegar igual, ¿para qué vamos a preocuparnos antes de tiempo? Mejor vivir a todo trapo sin importar nada lo que comemos o el deporte que hacemos, que ya vendrá el médico a obligarnos a ser «buenos».

Por suerte, las poblaciones más longevas del planeta corroboran que comiendo como nuestros hermanos genéticos, alcanzamos un estado óptimo de salud. Es normal que sus habitantes lleguen a los 110 años de edad, casi no existen los cánceres o enfermedades degenerativas ni mentales, y las mujeres dan a luz hasta con 65 años. Según Alexander Leaf, profesor de medicina clínica de la Universidad de Harvard en su libro «Youth in Old Age», las tres poblaciones más longevas del mundo son: los y las abcasias, los y las hunzas, los y las vilcabamba.

Que causalidad que todas ellas sean fisicamente muy activas toda su vida, y que su gasolina sea practicamente igual que la de los grandes simios. Siento mucho decir que no somos el animal más inteligente de la Tierra y, si lo somos, lo disimulamos tremendamente bien.

Ahora mi pregunta final, ¿en vez de ser víctimas de nuestro futuro poco prometedor, por qué no tomamos las riendas de nuestra vida y de nuestra salud? No me cabe duda, ninguna, que podemos hacer muchísimo más para evitar desarrollar esos mal llamados «achaques de la edad» y evitar que germine la semilla de la enfermedad. Sólo debemos copiar a los hunzas, a los abcasias, a los Vilcabamba. También podemos copiar a los grandes simios para alcanzar un estado óptimo de salud.

Deberíamos poner más veces en tela de juicio nuestros hábitos, nuestras enfermedades y la —o, mejor dicho, prevención— de éstas últimas.

«Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento”, Hipócrates.

Un desayuno muy especial: leche de frutas con mermelada de mango y granada

Después de esta fantástica reflexión de Víctor, pues yo te propongo un desayuno delicioso —o merienda, o plato principal— que espero que esté a la altura. Sí, sí, si me sigues, ya sabes que yo estoy de acuerdo con Víctor y que también pienso que la base de nuestra alimentación debe estar basada en nuestros alimentos biológicos que son, esencialmente, las hojas verdes y tiernas y  la fruta jugosa. El resto, pues no es tan esencial, y recetas más elaboradas y golosas, pues son geniales para situaciones sociales, ocasiones celebrativas o para darse un gusto cuando se echan de menos texturas o sabores de algún comestible de nuestra dieta anterior sin tener que hacer una enorme concesión ni comer alimentos refinados con ingredientes feotes en su fórmula.

Y, ¿cómo comer esos alimentos biológicos? Pues, sinceramente, de la manera más sencilla posible, intentando combinar bien y mezclando lo menos posible (si te interesa aprender sobre la correcta combinación de los alimentos para una buena digestión, tengo una recomendación para tí, el libro La combinación de los alimentos del naturópata Herbert M. Shelton).

Por esto te dejo este desayuno tan especial, pura fruta, pero con la textura y los colores del mejor desayuno que puedas echar de menos o que puedas probar por primera vez. Lo mejor, sin semillas oleaginosas, ni con almidones, ni grasas añadidas, para que tengas más opciones para variar los menús en tu día a día. Los cereales, los frutos secos, las semillas oleaginosas o almidonosas, son alimentos que podemos tomar de cuando en cuando, como algo excepcional, pero de los que no debemos abusar y sin los que pasaríamos perfectamente. Es más, las tan conocidas recetas (y tan ricas) para pasteles crudiveganos, crepes de frutas y semillas de lino, granolas, leches dulces con muchos frutos secos… todas estos platos súper star de la cocina crudivegana, pues justo son los que menos responden a nuestra biología y, las más de las veces, son de una pésima combinación para una digestión óptima. Sin embargo, las frutas y las hojas verdes tiernas, éstos sí, éstos son los alimentos que no deben faltar nunca en tu dieta y los que deben abundar y formar la base de tu alimentación. Haz que tus alimentos biológicos sean los que forman tu plato día a día y deja que el resto sea una puntual excepción y estarás haciéndote el mejor regalo que puedas hacerte nunca.

Aish, pero te dejo ya con la receta. Es una delicia, la verdad, de un colorido increíble y muy rico en texturas. Una receta con la que sorprender seguro, seguro.

Leche de frutas con granada y mermelada de mango

Tiempo de preparación: 15 min Tiempo de cocción: no necesita Listo en: 15 min
Para 2 personas

Ingredientes

20 lichis, pelados y deshuesados
1 granada, pelada y desgranada
1 mango, pelado y deshuesado
2 vasos de agua de manantial o filtrada

Metodo de preparación

En una batidora de vaso, batir el mango hasta obtener una mermelada densa y muy suave, reservar. Batir, en una batidora de vaso, los lichis con el agua hasta obtener una bebida blanca y suave.

Repartir los granos de granada en dos cuencos, cubrir con la leche de lichi y repartir la mermelada de mango en los dos cuencos con cuidado para que no se mezcle con la leche. Servir inmediatamente.

No te sorprendas por el sabor, ya te digo que es deliciosísimo y sencillo, sencillo como comer según nos ha diseñado la Naturaleza. Ya me contarás…

Ah, y si te gustó, pues tengo otra receta para leche de frutas para tí: en vez de lichis, puedes utilizar la pulpa de la chirimoya, o la de la guanábana. Las mejores leches vegetales sin duda.

¡Bon appétit!

 

8 comentarios

  1. Vicky dice

    Gracias Victor por tus consejos!! Me encanta leer estas cosas tan auténticas.

    Y vaya receta maravillosa!!
    Estoy deseando probarla. Qué pinta tiene! Voy a por uno de los ingredientes que necesito,ahora mismo!!
    Muchas gracias Consol.
    Un abrazo.

    • ¡Gracias a tí por comentar, guapa!

      A ver qué tal te sale la recetita, seguro que una marvilla, casi no hay que hacer nada 🙂

      ¡Un besooo!

  2. Irene dice

    Hola Consol!
    Fa poques setmanes que estic introduint molts crus a la dieta (especialment batuts per esmorzar i amanidotes pel dinar). Estic molt sorpresa pq la veritat és que em trobo enèrgica i molt activa. Tot i així, amb la panxa molt molt pesada, sensació de tenir l’estomac molt ple contínuament i no menjo grans quantitats.
    A banda de la sensació de pesadesa, aquest de les quantitats és un dels dubtes que tinc, quina quantitat d’amanida he de menjar per no necessitar res més? com m’asseguro que menjo tots els nutrients que necessito? Perquè a tot això, m’estic aprimant cada dia més..
    No sé gaire per on tirar… suposo que el cos ha d’acostumar-se als canvis poc a poc…

    Moltíssimes gràcies per tota la saviesa que comparteixes!
    Irene

    • Hola, Irene,

      doncs és molt difícil aconsellar sense conéixer-te.
      El que sí que et dic és que és molt comú que quan comencem amb els crus se’ns oblidi incloure aliments més densos i oliosos i més calòrics.
      I clar, ens quedem molt prims. No t’oblidis de menjar la teva fruita, fruita seca també si veus que t’aprimes tant.

      Quins nutrients necessitaràs? Doncs no ho sé, cadascú és diferent i imagino que un bon professional de la salut et faria un xequeig i t’aconsellaria segons et trobés.

      Si vols saber quins nutrients tenen els teus aliments, hi ha un web que igual t’interessa: http://www.cronometer.com
      Has de crear un perfil d’usuari, és una eina gratuïta.

      Una abraçada, bonica, i cuida’t!
      K

      • Irene dice

        Motíssimes gràcies per la dedicació en la resposta Consol!! 🙂

        Faré un cop d’ull a la web q em recomanes i em plantejaré buscar un bon professional que m’ajudi!

        Gràcies de nou! una abraçada

        • De res, bonica!

          Et servirà més que res per saber a on trobes els nutrients essencials, i saber quins són aquests nutrients. Però no fa falta que sumis i restis 🙂
          La resta és pura intuició i sentir què et diu el cos.

          Petonets!
          K

  3. AMPARO ARANDA dice

    Bueno bueníssimo! nada que lo mejor será irnos al trópico a vivir, Sol,taparrabos, descalzos y frutas jugosas, ni reyes, ni políticos, ni impuestos, ni bancos, es la mejor manera de aniquilar todas las enfermedades que está asediando a los seres humanos. Re Evolución YA!