Dulces sin culpa

Mantecados conscientes y compasivos. Veganizar dulces y repostería de manera sencilla

En mi última entrada, había publicado unas fotos de algunos de mis dulces de Navidad de este año: mantecados, polvorawnes, turrawnes, pan de higo, mazapán, bombones. Llevaba años sin probarlos y, este año, al final, me decidí a reinventar las recetas con métodos de preparación e ingredientes conscientes, respetuosos y compasivos.

Veganizar recetas de dulces y repostería es de lo más sencillo

Veganizar y crudiveganizar recetas de dulces y repostería es de lo más sencillo. Y hacerlo de manera saludable y consciente, todavía lo es más.

Desafortunadamente, muchas veces nos queda poco tiempo y, otras veces, poca curiosidad para experimentar en la cocina. Sea cual sea el caso, te animo a que pruebes a realizar tus dulces favoritos siguiendo algunas pautas que siempre funcionan. Puedes subsittuir los huevos por semillas de lino molidas o plátanos maduros chafados (dependerá de la receta); la miel y el azúcar por néctar de ágave o, mejor aún, por orejones (damascos secos) remojados en agua durante 8 horas y luego batidos con un poco de agua; la mantequilla y la manteca de cerdo por manteca o aceite de coco; las harinas cereales las puedes substituir por harina de trigo sarraceno (aunque éste funciona mejor para recetas saladas, por ejemplo, en panes planos), por harina de almendras o por harina de coco.

Yo siempre sigo estas pautas y los resultados no son fantásticos, sino espectaculares y marawvillosos. Los dulces que se pueden preparar con estos pequeños cambios son más intensos de sabor, menos empalagosos, son ligeros, no crean adicciones y no son nocivos para la salud. Y, lo que es mejor, si moderas el uso de los endulzantes (frutas, siropes, néctares) obtendrás unos dulces con un índice glicémico entre medio y bajo. ¿Se puede pedir más?

Así que este año he aplicado mi propia teoría para crudiveganizar los dulces típicos de Navidad. Y, la verdad, cuanto más crucino menos entiendo por qué se explotan y sacrifican animales por el placer de comer —y por otros placeres, obvio—.

En esta entrada te dejo la primera receta de mis dulces de Navidad: mantecados.

Mantecados conscientes y compasivos

Los mantecados son dulces tradicionales de España, originarios de Andalucía. Se preparan y consumen típicamente en fechas navideñas, aunque se pueden encontrar a lo largo del año. Reciben este nombre por estar amasados con manteca de cerdo. Los mantecados se extendieron y popularizaron en diversos países latinoamericanos, donde se alteró ligeramente su receta para adaptarla a los gustos locales.

En mi versión para los mantecados, en ningún caso hay necesidad de cambiarles el nombre, pues se sigue usando la manteca —de coco— para amasar. Se ha utilizado harina de coco en vez de harina de trigo refinada, líno molido en vez de huevo y orejones remojados con agua en vez de azúcar.

Tiempo de preparación: 20 min. Tiempo de cocción: no necesita. Listo en: 4–6 h.
Para 20 mantecados

Ingredientes

200 gr sésamo blanco crudo, recién molido
16 orejones remojados durante 8 horas
agua de manantial suficiente para cubrir los orejones, puedes utilizar el agua de remojo
100 gr de almendras crudas, peladas y recién molidas
300 gr de harina de coco
1 c. sopera de semilas de lino, recién molidas
1 taza de agua de manantial
175 gr de manteca de coco en estado líquido (yo he utilizado manteca de coco casera)
un pellizquito de sal marina sin refinar
1 c. pequeña de canela en polvo, recién molida

semillas de sésamo blanco crudo para decorar

Método de preparación

Empezar por batir los orejones con suficiente agua de manantial (o filtrada) para cubrirlos. Batir hasta obtener un sirope espeso, rectificar de agua si es necesario. Combinar el sirope de orejones con el resto de ingredientes en un bol de vidrio o cerámica y mezclar bien con una cuchara de madera hasta obtener una masa espesa. Amasar con las manos hasta obtener una masa homogénea, espesa y moldeable que no se quiebre al hacer porciones. Rectificar de agua si es necesario.

Hacer porciones de la masa obtenida y dar forma circular de unos 5 cm de diámetro y 1,5 cm de grosor. Espolvorear con semillas de sésamo blanco.

Tus mantecados están ya listos, los puedes comer tal cual con un toque húmedo, están deliciosos. Pero si los quieres guardar para consumir otro día, tienes que deshidratarlos. Para deshidratar, coloca los mantecados en las bandejas del deshidratador y deshidrata entre 4 a 6 horas (o hasta que estén completamente secos por dentro) a una temperatura de 40°C.

Los puedes servir tal cual o envolver en papel de seda una vez estén fríos.

¡Bon appétit!

Si te gustó esta receta, no te pierdas la próxima receta: polvorawnes.