Entrantes, Recetas

Sopita tardía de pepino y limón

Estamos ya a finales de noviembre y parece que este año el frío va a tardar bastante en llegar.  La verdad, muchos días incluso salgo sin chaqueta a la calle a estas alturas del año. ¡Qué increíble! Incluso se nota en las frutas y verduras, todavía parece que estemos a finales de verano, con todas las solanáceas típicas del verano grandes y hermosas como si la menor cantidad de horas de luz no fuese con ellas. Otoño cálido, el que tenemos.

Bueno, para el cuerpo es mucho mejor, pero indudablemente éste es otro de los signos del calentamiento global, sin duda.

En fin, cada uno pone su granito de arena en el día a día para no contribuir al tal calentamiento. También yo lo intento, y al final una se da cuenta de que muchas de las comodidades a las que nos quieren acostumbrar —aire acondicionado, calefacción central, entre tantas— son completamente innecesarias. La vida se vuelve más austera, pero también más sencilla y más saludable sin este tipo de comodidades poco sostenibles; y soluciones alternativas hay un montón, la verdad. Más sencillas, más low tech, pero más responsables y sostenibles.

Este verano, que viajé varias veces a Madrid para impartir clases de cocina crudivegana creativa, me encantó ver que en los locales públicos no se usa tanto aire acondicionado, sino ventiladores. Y en las terrazas en las calles, los ventiladores incorporan un sistema gracias al cual se espolvorea agua a la misma vez que aire. ¡Genial! Mucho más saludable y más sostenible que el aire acondicionado tan típico de Barcelona que ni es sostenible y para nada saludable. ¡Cuánta gente se resfría en verano o tiene problemas respiratorios en verano con estas relativamente recientes comodidades! Con lo bonitos y efectivos que son los abanicos y lo agradable que es el aire que hace correr un ventilador.

Bueno, al menos ahora, con este clima, no hace falta ni refrescarse ni calentarse aún.

Aunque, como comento arriba, el otoño, que es una época ideal para incorporar a la dieta raíces, sopitas y cremas calentitas, pues está bastante más variado en cuanto alimentos que lo habitual. Por esa parte, claro, yo feliz de la vida. Con lo que me gusta el final del verano y el inicio del otoño con sus frutos y vegetales coloridos y tan bellos.

Sin ir más lejos, hace un par de días preparé una crema con una base de pepino que quedó espectacular. En España es temporada de pepinos de mayo a octubre, ambos meses incluidos. O sea, que este noviembre ya no toca, pero como el buen clima perdura, pues hay pepinos por doquier.

Lo mejor de esta sopita de pepino es que apetece tibia, que aunque no haga frío, pues tampoco hace calor. Ya sabes, en cocina crudivegana se pueden calentar los alimentos. Se recomienda no sobrepasar los 42 ºC, aunque a partir de los 38 ºC empiezan a perder parte de sus nutrientes más sensibles como son las vitaminas, muy sensibles al calor. Así que yo siempre recomiendo esta temperatura, si nos tenemos que alimentar, pues aprovechemos al máximo las propiedades de nuestros alimentos, ¿no?

En todo caso, para hacer esta sopita tibia, lo que calenté fue el agua. El agua que consumo la filtro, generalmente le añado limón o agua de mar, con lo que se vuelve súper alcalina en un abrir y cerrar de ojos. El agua filtrada no me da ninguna pena calentarla, la verdad, ya que el agua que nos llega a casa ha sido pasteurizada para acabar con bacterias y organismos que puedan ser dañinos para nuestra salud. ¿No lo sabías? Pues sí, así es, el agua que sale de nuestros grifos en las casas está pasteurizada y la temperatura habitual de pasteurización del agua es de 70 ºC. Así que, a parte de filtrarla, es ideal vitalizarla y alcalinizarla. O, mejor aún, consumir más frutas y vegetales jugosos —como el pepino— que contienen un agua biológica de alto valor nutritivo que nos hidrata al mismo tiempo que nos nutre y que es mucho más natural y saludable que el auga canalizada. Así necesitaremos consumir menos agua corriente.

Bueno, bueno. Aquí te dejo la receta de mi sopita de pepino tardía. Una delicia tomarla tibia. Espero que te guste.

Sopita tardía de pepino y limón

Tiempo de preparación: 5 min Tiempo de cocción: no necesita Listo en: 5 min
Para 2 personas

Ingredientes

Para la sopita
2 pepinos, pelados
1 ajo, chafado y con la piel
1 limón, pelado
1 taza de agua tibia
2 c. soperas de aceite de coco, en estado líquido

Para decorar
1 c. sopera de cilantro picadito
1 c. sopera de fresones en cubitos, frescos mejor pero si no encuentras, liofilizados
1 c. sopera de pepino, en cubitos
hojitas de caléndula al gusto
6 moras blancas (mulberries)

Método de preparación

Colocar los ingredientes para la sopita en un batidora de vaso y batir hasta obtener una mezcla suave, suave como el terciopelo. Servir en dos cuencos o platos de sopa y disfrutar.

Esta sopa es una delicia, créeme, sorprenderá a cualquiera. Pero no sólo eso, también es súper alcalinizante y ligera, una maravilla para cuidarte tú y cuidar a los tuyos. Decórala bien bonita y con mucho cariño, el amor, estoy segurísima, es algo que se transmite también en la preparación y presentación de tus platos. Haz de cada comida un regalo, aunque sólo sea para tí —aunque todo es mejor siempre si es compartido con tus seres queridos—, es algo que no tiene precio.

¡Bon appétit!

6 comentarios

  1. cecilia gh dice

    me encantan tus recetas, hice esta sopa. Tengo arbol de mora blanca, fresas y flores. salio muyyy rica. y luego le agregue yogur casero. graciassssssss!!!!!!!!!

    • ¡Oh, Cecilia!

      Qué envidia (sana, ¿eh?) he acaban de dar tus árboles, arbustos y florecitas.
      Me encantó tu comentario sobre la sopa. Seguro que el yogur le fue muy bien. Si te apetece, puedes hacer el yogur en un futuro con frutos secos o semillas.

      Un abrazo,
      K

  2. Esther dice

    Hola Consol, me encanta tu blog y tus recetas a ver cuando puedo asistir a alguno de tus cursos.
    Te quería preguntar por el ajo, normalmente en tus recetas lo añades con la piel!!
    Me podrías explicar la razón, además en crudo! no influye en el sabor del plato?
    Me ha parecido curioso, nunca lo había visto salvo en las preparaciones de guisos de carne tradicionales.
    Muchas gracias!!

    • Hola, Esther,

      ¡sí, muy bien visto! La verdad es que en la piel de las frutas y vegetales hay incluso más antioxidantes que en el fruto o el vegetal mismo. Así que no pierdo el tiempo en dudar, lo añado siempre que puedo todo entero. Eso sí, tiene que ser producto orgánico.

      Claro, la piel del ajo si es en crudo se suele quitar porque no es agradable de masticar, es seca como un papel. Pero como la batidora lo tritura todo muy bien, pues es una ventaja y no se nota nada.

      Así que ya sabes porqué. 🙂

      ¡¡¡Besines!!! Y gracias por seguirme con tanta atención.
      C

  3. Maureen dice

    buenisimas tus receta!!!felicidades