Dulces sin culpa

Tarta de manzana

Hoy, un clásico: tarta de manzana. Eso sí, crudivegana.

Éste es otro postre más sin culpa y cargado de beneficios. Incluye los beneficios de los frutos secos y los propios de las manzanas. Las manzanas ayudan a proteger los huesos gracias al boro y a la floridzina, un flavonoide que se encuentra sólo en la manzana. Ayudan a combatir el asma. Previenen contra el alzheimer, pues la quercetina en las manzanas protege a las células del cerebro del posible daño de los radicales libres. La pectina ayuda a combatir el colesterol; también suministra ácido galacturónico al cuerpo, este ácido reduce la necesidad de insulina en el cuerpo y así ayuda  al tratamiento de la diabetes. El consumo de manzanas con la piel previene contra el cáncer de pulmón, de mama, de colon, de hígado.

Como el refrán popular inglés sabiamente nos recuerda: an apple a day keeps the doctor away.

Tiempo de preparación: 15 min. Listo en: 4h. Tiempo de cocción: no requiere
Para 6 personas

Ingredientes

Para la base
1 taza de almendras crudas, peladas
1 taza de nueces
8 dátiles, deshuesados
1 c. pequeña de semillas de lino, recién molidas
1 pizca de sal marina

Para la crema y el topping de manzana
1 manzana, lavada
1 limón, el zumo
1 taza de almendras crudas, peladas y remojadas durante la noche
1/4 c. pequeña de semillas de vainilla
4 c. grandes de néctar de ágave
1/4 c. pequeña de cúrcuma
1 c. pequeña de jengibre recién rallado
2 c. soperas de aceite de coco, en estado líquido
1/2 c. sopera de agar–agar (opcional)
1 vaso de agua de manantial

Método de preparación

Para la base
Combina todos los ingredientes en una batidora de jarra y bate hasta obtener una pasta homogénea. Con la pasta obtenida, cubre la base de un molde rectangular para pasteles con aro desmoldable. Los bordes de la base deben ser entre uno o dos cm más altos, para contener la crema. Reserva en el refrigerador mientras preparas la crema.

Para la crema
Combina la mitad del zumo de limón y el resto de ingredientes menos la manzana y la agar–agar en una batidora de jarra y bate hasta obtener un mousse suave.

Cocina la agar–agar con el agua y una pizca de sal en una cacerola cubierta, removiendo  ocasionalmente, durante unos 5 minutos o hasta que la agar–agar se disuelva. Apartar del fuego y reservar.

Corta la manzana en dos mitades, quítale el corazón y córtala a rodajas finas, de unos 2 mm de grosor. Con la mitad del zumo de limón pinta las rodajas de manzana para que no se oscurezcan.

Saca la base del refrigerador, vierte el mousse sobre la base y decora con las rodajas de manzana.

Cubre la manzana con una película fina de la agar–agar líquida. Este paso es opcional, aunque preserva mejor la manzana y evita que se oxide al aislarla del oxígeno.

Reserva en el refrigerador durante unas cuatro horas. Desmolda y sirve.

¡Bon appétit!

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