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Sattva balls

En sánscrito, sattva es sinónimo del Ser, la bondad, la pureza, la paz, la tranquilidad, la vida, la sabiduría, la luz, el equilibrio, la esencia verdadera, la virtud, la fuerza vital… Por eso, cada vez que preparo estas bolitas —mi versión de las albóndigas más vitales que puedas probar— pienso que si tuviera que definirlas de alguna manera sería con este sustantivo: sattva.

En la filosofía hindú, sattva es un concepto tanto fisiológico como filosófico que define uno de los tres «modos de existencia» o Gunas, junto a los otros dos: rajas (la pasión, el movimiento, el cambio, lo individual, lo egocéntrico, lo dinámico) y tamas (la destrucción, el caos, el desequilibrio, lo impuro, la apatía, la inercia, lo vicioso, la ignorancia, la violencia).

Bajo el significado de estos tres modos de existencia o cualidades del ser, todo lo que ocurre a diario en mi cocina ha empezado a tener, para mí, una nueva luz añadida.

Y es que no hay nada más revelador, ni más sáttvico, que experimentar uno mismo que en nuestra alimentación sólo la vida genera más vida; nada más gratificante que ver los vegetales despertar y crecer en la cocina, echar raíces y regenerar el aire ambiente con su propia respiración, en vez de languidecer y marchitarse; nada más mágico que sentir la conexión con la fuerza vital que anima a las plantas que van a formar pronto parte de uno mismo, en común unión; ni nada más increíble que constatar la vitalidad que aumenta en ellas unos días después de cuidados tras aterrizar en casa. En mi cocina, casi todas echan raíces, brotes, hojas, ramitas —te invito a que los veas en mi cuenta de Instagram, donde de manera más informal voy publicando entradas casi a diario—; pasan de estar lánguidas a turgentes e hidratadas, más firmes y de color más intenso e incluso más dulces de sabor. Señal que el cariño también es capaz de generar más y mejor vida.

De todos estos vegetales maravillosos, los que más vitalidad parecen tener son las coles. Sin duda es signo de que debieran ser un ingrediente imprescindible en nuestro plato, porque la fórmula no puede ser más sencilla: vida = vida.

Entre las coles, una de las más beneficiosas para todos los sistemas es la col lombarda. Es tan antioxidante y anti-aging que se le atribuyen propiedades anticáncer y antirreumáticas, contribuyen a mejorar el sistema inmunológico, la piel, el sistema músculo-esquelético, previenen la osteoartritis por sus contenidos en vitamina K, calcio del bueno, magnesio del mejor, manganeso y el resto de minerales, en su estado orgánico, que necesitamos para una salud óptima; y, lo más interesante, benefician la vista y los procesos cognitivos siendo un súper preventivo contra el Alzheimer.

Tantos beneficios para la parte superior del organismo, tan bello que coincida en color con el color con que se representa Ajna chakra —el tercer ojo, que reside en el centro del cerebro— en la tradición filosófica hindú.

A mí, sin embargo, me cuesta bastante comer coles, por su textura más seca y dura, y reconozco que soy mucho más feliz consumiendo alimentos cremosos, grasos y acuosos. Por esto llevo unos meses súper comprometida con mis zumos de col y raíces, ques son los alimentos más idóneos para el otoño, inluido el zumo de lombarda.

En versión zumo, llega en 15-30 min a sangre si el estómago está vacío, así que la sensación es de sentirse despejado al 300% en un brevísimo lapso de tiempo, señal de lo increíble que es (abriendo puertas…). Es fuerte de sabor, sí, un poco picante si no está bien hidratada, pero con un fondo dulzón. Aunque yo reconozco que mi dieta, cada día más sencilla y depurada, me tiene el sentido del gusto afinadísimo y la encuentro todo bastante dulce.

Y es en esta búsqueda por hacer la col lombarda más gustosa a los sentidos donde encuentra lugar la receta que hoy comparto contigo. La receta es bien sencilla, pero te aseguro que el resultado es delicioso, la textura seca y crujiente de la col desaparece y su fondo amargo típico se disipa. Lo mejor, a parte de ser súper nutritivas, es que estas bolitas o albóndigas las puedes guardar una vez preparadas en la nevera unos tres días, así puedes hacer provisión para que comer saludable y nutritivo nunca te dé pereza. Las puedes utilizar para acompañar tu ensalada, o comerlas tal cual como tentempié o aperitivo acompañadas de tu salsa o mayonesa preferida. Tienen un sabor muy neutro y, con el acompañamiento adecuado, se adaptan sin problemas a todos los paladares. Te lo aseguro, esta receta la tienes que probar, te va a enamorar para siempre…

A continuación tienes ingredientes y pasos de preparación. Pero antes de dejarte con la receta quiero invitarte a mi próximo evento el sábado 10 de noviembre de 2018, tienes toda la info aquí.

Ingredientes

Para unas 20 bolitas

1 col lombarda mediana (unos 750 g)
8 C (90 g) de semillas de chía
1/4 T (60 g) de aceite de coco, en estado líquido
1 cebolla morada mediana, pelada y picada fina
1  manojo de cilantro, picado fino
1 c de sal (unos 4 g)

Método de preparación

Con un cuchillo, cortar la lombarda en trozos suficientemente pequeños para que quepan en el robot de cocina.

Con una cuchilla en S, triturar la lombarda en el robot de cocina y añadir luego en un bol con el resto de ingrecientes.

Mezclar bien con la ayuda de una espátula y dejar reposar la masa en la nevera unas cuatro horas.

Una vez reposada, hacer prociones al gusto con la masa —depende del tamaño te rendirá para más o menos cantidad, a mí me gustan grandes, para poder coger con la mano y morder varias veces— y dar forma de albóndigas.

Se pueden consumir al instante o guardar unos tres días en la nevera en un recipiente de vidrio con tapa. Si las guardas en la nevera, asegúrate de sacarlas un par de horas antes de comer para que no estén frías e incluso puedes entibiarlas, una vez hayan alcanzado la temperatura ambiente, en el deshidratador o en el horno calentado y con el fuego apagado  durante unos 30 minutos.

Prueba y me cuentas. Verás que son puro amor.

Bon appétit!

8 comentarios

  1. Hermina dice

    Gracias, Consol, por esta receta sencilla y prometedora. A mi me encanta la lombarda. Prometo seguir la receta a la letra. Te comentaré el resultado. Presentan preciosas!

  2. Nos encanta ésta receta! es fácil y además de aspecto muy original 😉 Vamos a compartirla en nuestro página de facebook.
    Un saludo y felicidades por el blog!

  3. Sara dice

    Mil gracias por la receta, Consol. Hoy recibo la primera lombarda de la temporada y estoy deseando probar esta receta!! Solo tengo una duda respecto a la CHIA: son 2C o 90gr…? Es que me parece que no puede ser lo mismo, lo he medido y no coincide. No se si hacer caso a una unotra indicación…
    Ya me comentas cuando puedas. Gracias mil de nuevo!
    Un abrazo…

  4. Sara Minguez dice

    Mil gracias por esta nueva receta, Consol! Ayer mismo he recibido la primera lombarda de la temporada y estoy deseando probar tus sattva Balls, a ver si me salen…! Solo tengo una duda respecto a la CHIA: son 2C o 90gr…? Es que no me cuadra, no se corresponde y no quiero que me quede con demasiada o insuficiente cantidad de chia… Me puedes decir algo cuando puedas? un abrazo…

    • Hola, Sara,

      sí, sí, tienes razón. Errata mía a la hora de escribir la receta. Era un 8 y no un 2. Son 8C de chía, o 1/2 T, en todo caso, los gramos están bien. Gracias por avisarme.

      Un abrazo.