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Si la vida te da calabazas…

Cómo está lloviendo hoy, madre mía, el otoño ha llegado con esta lluvia refrescante y torrencial que no te deja ni salir a la calle. Bueno, a mí me va a ir muy bien (y a nuestras amigas las plantas también, por supuesto), porque así no me distraigo hoy y me puedo centrar en acabar unas cuantas cositas que tengo pendientes; como algunas recetas.

Y, sí, por fin, por fin, aprovecho y subo esta receta que tantos me habéis pedido. Aunque no me extraña que la queráis, estos pastelitos no sólo están deliciosos, sino que se ven espectaculares, ¿verdad? Cada vez estoy más convencida que cuánto más sencillas son las recetas, y más saludables, más bellas se ven, ¿no te parece?. Y ésta, te aseguro que te va a sorprender.

Son unos pastelitos muy saludables, nada calóricos, y sin grasas añadidas. Tienen aproximadamente las mismas calorías que dos plátanos medianos, un poco menos, o las mismas calorías que dos manzanas grandes. Pero no nos tendríamos que preocupar tanto por las calorías; el problema está en que sólo nos preocupan las calorías, cuando lo que realmente nos tiene que importar son otras cosas, como no comer grasas en exceso, o como no incluir en nuestra dieta suficientes nutrientes imprescindibles para nuestra salud, o como practicar ejercicio a diario para quemar esas calorías y fortalecer nuestro cuerpo.  Este postre que  publico hoy aquí tiene aproximadamente 0,3 gr de grasas, y son grasas que ya vienen incorporadas a la fruta, no hay que añadir ni frutos secos, ni semillas, ni aceites. ¡Nada! ¿Sabes cuánto debe ser 0,3 gr de grasas para todos los ingredientes que necesitamos para hacer estos pastelitos? Ínfima cantidad, la verdad. ¿Sabes que en 100 gr de espinacas hay más del doble de grasas que en éste postre? Sí, sí, sorprendente pero es así. Aunque ahora no dejes de comer espinacas, ¿eh? Las grasas también las necesitamos, pero en muy poquita proporción. Con las que hay en frutas, verduras, hojas y demás vegetales frescos ya tenemos suficiente. La Naturaleza es sabia y nos dio los alimentos tal y como los necesitamos. A veces, nosotros alteramos esa sabiduría por darnos un placer. Bueno, darse un placer no está nada mal, pero mejor que esos placeres queden relegados a contadas excepciones, ¿no?

Volviendo a los pastelitos, están preparados con la pulpa sobrante de hacer zumo de calabaza. Sí, sí, encima, con esta receta, se reaprovechan los sobrantes. Lo ideal es que hagas los pastelitos el mismo día que preparas el zumo de calabaza, así no se oxida la pulpa sin necesidad. Yo, cuando hago recetas reutilizando la pulpa después de hacer zumos, añado de nuevo un poquito de zumo a la pulpa, para que tenga más sabor, quede menos seca, tenga más nutrientes y que, al final, sea un preparado más completo que lo que sería sin nada de su propio zumo. Es muy buena idea, ya verás cuando lo pruebes, sobre todo si ya has hecho alguna receta en la que se reutiliza la pulpa de fruta y/o de otros vegetales, la diferencia es abismal.

Y, mira, como estamos hablando de zumos, también voy a compartir contigo la receta del zumo que preparé antes de hacer este postre maravilloso y de temporada al que he bautizado como “Morenitos de calabaza”.

Ya sabes que a mí me encantan los zumos y los batidos. Junto con las ensaladas gigantes, la fruta y la verdura, son la base de mi alimentación. Me mantienen activa, nutrida y cargada de energía durante todo el día y con una positividad excepcional que no recuerdo haber disfrutado antes en toda mi vida. Señal que es la alimentación que mi cuerpo pide, y la alimentación que no me cansaré de recomendar a cualquiera: sana, natural, ecológica, sostenible, consciente y ética.

Las semillas de la calabaza no las hemos utilizado en ninguna de estas dos recetas, pero no las tires. Ponlas a remojar y al día siguiente de preparar este postre, te puedes hacer una leche de calabaza como ninguna otra leche que hayas podido probar. Aquí tienes una receta para prepararla, es una entrada antigua, pero sigue siendo espectacular… más y más cada año. Aquí encuentras la receta para una deliciosa leche dorada de semilas de calabaza.

Leche dorada de calabaza con nata de sésamo

Pero te dejo ya con las recetas, aquí vienen las dos. Y, ya sabes, si la vida te da calabazas, hazte un par de morenitos…

Pumpkin juice

Zumo de otoño

Tiempo de preparación: 5 min. Tiempo de cocción: no necesita. Listo en: 5 min.

Ingredientes

1 calabaza de cacahuete mediana, pelada y troceada, sin las semillas
1 manzana golden, lavada y troceada, con todo menos el rabito
1 pizca de canela en polvo

Método de preparación

Licuar la manzana y la calabaza en una extractora de zumos lenta y consumir al instante. Antes de beber, espolvorear con un poquito de canela en polvo.

Si vas a preparar el Morenito de calabaza, entonces reserva como medio vaso del zumo obtenido.

Morenitos de calabaza

Morenito de calabaza

Tiempo de preparación: 5 min. Tiempo de cocción: no necesita. Listo en: 5 min.
Para 2 morenitos

Ingredientes

Para las masitas
la pulpa sobrante de preparar el zumo de otoño
1/2 taza de zumo de calabaza y manzana
1 taza de algarroba en polvo cruda
2 c. soperas de azúcar de coco (opcional)
2 c. pequeñas de canela en polvo

Para el topping
2 c. soperas de sirope de arce
2 c. soperas de algarroba en polvo cruda
1 c. pequeña de tamari

Método de preparación

Mezclar todos los ingredientes para los pastelitos pero sólo con una cucharada pequeña de canela en polvo en un bol de cristal y amasar muy bien, sobre todo poniendo especial atención a que no quede ningún grumo de algarroba. Dividir la masa en dos y dar forma de pastelitos ayudándote de un aro de emplatar ya sobre el plato final. Yo lo he utilizado cuadrado, pero eso es lo de menos, utiliza el aro que tengas o el que más te guste. Con la otra cucharada de canela en polvo, espolvorearemos los pastelitos.

Ya están listos pastelitos, pero si eres perfeccionista como yo, ¡ha!, le podemos añadir un topping celestial. Sólo tienes que mezclar los ingredientes para el topping en una batidora de vaso, o batir bien con el batidor de varillas en un bol, y decorar por encima de los pastelitos.

¡Fin de la receta! ¿Te ha gustado? Espero que sí, yo ya he repetido varias veces. Ahora te toca a tí.

¡Bon appétit!

Limonada casera, la bebida más alcalinizante

Parece ser que las vacaciones de verano de este año ya pasaron a la historia, aunque el verano continuará durante algunos días más. De hecho, éste es mi mes favorito del verano, cuando el calor no aprieta tanto y las noches refrescan. Aunque este año, hemos disfrutado por estas latitudes  de un agosto peculiarmente lluvioso que ha refrescado mucho las temperaturas y ha ayudado a limpiar el aire cargado de las ciudades. Me encantó este agosto, como éste, por mí, ya pueden venir todos los demás.

Pero como decía, como aún es verano, aquí vienen algunas ideas refrescantes para bebidas y helados de hielo 100% alcalinizantes.

Primero te quiero aclarar que, personalmente, yo no tomo alimentos fríos ni helados. Hace años que no los hecho de menos, la verdad. Es curioso, pero estoy convencida que es un efecto de la dieta que ya hace años que sigo. Es lo mismo que en invierno, que no hecho de menos los alimentos calientes; pues, en verano, tampoco hecho de menos los alimentos fríos. Es más, ni siquiera me sientan bien. Esto es algo que me empezó a ocurrir el año pasado, no me caen bien los alimentos fríos, ya se puede derretir el asfalto en la calle, ¡ha!. Así que este verano no he tomado siquiera un agüita fresca, y los pocos postres fríos que he podido preparar han sido semifríos, o helados para compartir. Me parece una reacción interesante, la de mi cuerpo, que cada vez habla más claro delante de antiguos hábitos que no son muy saludables —y que son simplemente culturales, no biológicos—, como pueda ser ingerir cosas frías.

Los alimentos a temperaturas frías son agresivos para nuestro sistema digestivo, contribuyen a la solidificación de las grasas a nivel interno y nuestro cuerpo tarda más en procesarlas ya que necesita más energía en el procesamiento de alimentos fríos que en el de los tibios o a temperatura ambiente o, mejor aún, a temperatura corporal. Puede que esto te suene extraño, pero así es.

En mi caso, ya hace muchos años que me preocupo muchísimo por mi alimentación y mi salud —y la de mis seres queridos— y de no tratar de someterme a nigún estrés innecesario —por pequeño que sea—, y, por esto, los alimentos fríos no están en mi día a día. Desde antes del 2009, de manera gradual y muy intuitiva, pasé de una dieta vegana con cocinados y muchos crudos a tomar sólo alimentos en su estado más puro y natural posible. Este camino, precisamente, hizo que eliminase muchos alimentos que no se pueden consumir si no están cocinados o alimentos fríos, helados o congelados. Y, sinceramente, la mejora en cuanto a niveles de energía y salud es indescriptible. Siempre la recomiendo.

Desde hace ya mucho, una de las cosas que nunca falta en mi cocina es una buena limonada alcalinizante, o un agüita con zumo de limón recién exprimido. Es con lo que suelo romper el ayuno nocturno cada día. El agua con limón es maravillosa y una de las mejores aportaciones que puedas hacer a tu dieta. Lo ideal es tomarla tibia, a temperatura corporal, para no destemplar el cuerpo.

Créeme, incorporar agua con limón a tu día a día es una de las mejoras decisiones que puedas tomar: ayuda a la digestión, limpia tu organismo (es diurética), estimula el sistema inmunológico, equilibra los niveles de PH, ayuda a limpiar la piel, da energía y mejora el estado de ánimo, promueve la curación de las heridas, refresca el aliento, hidrata el sistema linfático, ayuda en la pérdida de peso.

Yo con limonada tan sólo como desayuno me encuentro fantástica y llena de energía hasta que llega la hora del almuerzo. Pero si te sientes con hambre, lo mejor que puedes hacer es comer fruta ácida como tentempié a media mañana: naranja, pomelo, kiwi, frutos del bosque. La fruta ácida la digerimos mejor por la mañana y al medio día. La fruta ácida es la más saludable, la realmente alcalinizante y la más digestiva. Es más, la fruta ácida por la mañana es una gran aliada de tu páncreas, pues tiene un índice y una carga glicémica más bajos que los alimentos o frutas dulces favoreciendo la estabilidad de los niveles de azúcar en sangre y la producción de insulina, y actúan como detoxificantes favoreciendo la salud del hígado.

Romper el ayuno es un acto diario de gran importancia, aunque incorrectamente se nos ha enseñado a desayunar con cereales, mantequillas, bollería y mermeladas…. o con frutas secas y grasas. Es lo peor que podríamos hacer, intoxicar al cuerpo de buena mañana o interferir en su etapa de detox diaria rompiendo el ayuno con azúcares y grasas, que para nada son depurativos. Hay quien desayuna con fruta dulce, bueno, es mucho mejor opción, pero, por lo que comento más arriba, no es la mejor de todas. En todo caso, anímate a empezar el día con tu zumo de limón o tu limonada y, si te da hambre, puedes seguir tomando zumos o frutas, pero mejor que sean ácidas y mejor aún si son zumos o batidos verdes. Verás, sentirás una ligereza y una energía insospechadas. Si necesitas inspiración para los zumos y batidos verdes, recuerda que hace ya mucho que voy publicando recetas para zumos verdes en mi página en Facebook i en Instagram, anímate y échales un vistazo.

Hay a quien le preocupa que el ácido del limón o las frutas ácidas le dañe el esmalte de los dientes. Bueno, diluido en agua, no debiera preocuparnos. Y si nos preocupa, podemos hacer enjuagues con agua (no cepillar inmediatamente) después de tomar nuestra limonada o beber la limonada con una cañita, para evitar al máximo el contacto con los dientes.

Puedes prepararte tu agua con limón cada mañana, el zumo de medio limón en un vaso de agua tibia. O puedes preparar una limonada que tomar a temperatura ambiente, no sólo por la mañana sino a lo largo del día. Es súper refrescante y no necesita nevera. En la nevera, siguiendo la receta más abajo, te durará unos tres días, porque contiene también la pulpa del limón y la piel que ha sido batida y parcialmente filtrada (aunque mucha parte ha sido descartada), no sólo el zumo; cosa que hace que esta limonada se oxide menos rápidamente. Aunque lo suyo sería tomarla al instante de prepararla, para minimizar cualquier pérdida de nutrientes.

Así la he preparado este verano y se ha convertido en poco tiempo en mi bebida preferida, y en la preferida de quien la probaba. Tiene un fondo amarguito, por la piel del limón, muy suave, y un equilibrio dulzón perfecto que es 100% saludable y una nota salada que ayuda a redondear los sabores.

Tiempo de preparación: 5 min Tiempo de cocción: no necesita Listo en: 5 min
Para 1 litro de limonada

Ingredientes

3 limones, con la cáscara y troceados
3/4 litro de agua de manantial o filtrada
1/4 taza de agua de mar
1/2 c. pequeña de estevia líquida con los principios activos

Método de preparación

Colocar la mitad del agua y los limones en una batidora de vaso y batir hasta que los limones queden finamente batidos. Filtrar con la ayuda de un colador o una bolsa de hacer leches vegetales. Incorporar de nuevo el zumo obtenido a la batidora junto con el resto de ingredientes y batir brevemente, sólo para incorporar bien todos los ingredientes.

Ya está lista tu limonada. Verás, de sabor es imbatible y, de efecto, inmejorable.

Si te apetece tomar algo más refrescante que esta limonada refrigerada o a temperatura ambiente, puedes prepararte un granizado de limón. Es refácil. Sólo tienes que congelar en una cubitera la mitad de la limonada que has preparado. Una vez tengas los cubitos, bate con la otra mitad de la limonada que no has congelado en una batidora de vaso.

Granizado de limón

Recuerdo que de pequeña en casa se hacía granizado de limón a partir de la preparación de un almíbar con azúcar blanco; pero el azúcar blanco no nos hace falta, ¿verdad? Así que nosotros le podemos añadir unas gotitas de estevia. Recuerda, no todo lo que encuentras en el mercado como estevia es saludable, tienes que asegurarte que tiene los principios activos —los componentes medicinales de la estevia— y no que sea un refinado más.

Helados alcalinizantes

Y eso no es todo. También puedes preparar helados de hielo con trocitos de fruta ácida rellenando moldes para helados con la limonada y fruta a tu  gusto. En la foto, yo he utilizado kiwi, pomelo, naranja y frutos del bosque. Te aseguro que no hay helado más alcalinizante y saludable que éste. Seguro, seguro que te sorprenderá, por muy sencillo que parezca. Como plus, es también una manera más de seguir incorporando a tu dieta —y a la de los más pequeños de la casa— fruta y alimentos naturales. Todas las ocasiones son buenas.

¡Bon appétit!

Batido de fruta y más cositas ricas

Esta receta es para un batido express especialmente indicado para cuando tengas ganas de algo dulce, muy energético y muy nutritivo. La base es de plátano y espinacas y viene como anillo al dedo para aquellos días en los que practicamos ejercicio intenso.

Además, tiene el plus de ser un batido delicioso. Con la cantidad de ingredientes en la receta podemos preparar dos batidos grandes. Si quieres, lo puedes compartir. Aunque si vienes de practicar ejercicio intenso, probablemente lo quieras todo para tí. ¡Ha!

Generalmente, yo no consumo plátanos. Así que esta receta es poco común en mi dieta. Los plátanos son demasiado calóricos para la actividad física que realizo y tienen un índice glicémico muy alto, cosa que no favorece la estabilidad del sistema inmune. Cada uno es diferente y necesita una dieta diferente, y a mí los plátanos no me acaban de  sentar bien. Sí que me gustan, son bien ricos, pero simplemente no son parte de mi dieta. Eso sí, el día que practico mucho ejercicio, tengo la excusa perfecta para recobrar energías con una recetita a base de plátanos como la que comparto aquí. Esta semana estoy entrenando bastante intensamente, hoy igual incluso me pasé, ¡ha!, inaugurando el día corriendo 24 km. Así que me he ganado mi ración de platanitos.

Dicen que los plátanos son la fruta de la felicidad porque contribuyen a subir los niveles de serotonina, combatiendo la depresión y el nerviosismo. Aunque todo depende del cristal con que se mire, porque los ayunos prolongados también combaten la depresión y el nerviosismo, aunque con otros procesos químicos.

Un plátano mediano contiene aproximadamente 105 kcal. Contiene también todos los aminoácidos esenciales —las proteínas que necesitamos incluir en nuestra dieta— en diferente proporción, son muy ricos en el complejo de la vitamina B (sobre todo la vitamina B6), vitamina C y minerales —cobre, hierro, magnesio, manganeso, fósforo, potasio y en menor proporción calcio, flúor, selenio, sodio y zinc.

La algarroba, que también se utiliza en este batido en polvo, es un alimento muy energético y nutritivo. Es rica en proteínas y carbohidratos pero baja en grasas. Contiene carotenoides (precursores de la vitamina A, tan saludables para la salud de la piel, cabello y uñas), polifenoles (poseen propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes, antioxidantes, antibacterianas, bajan los triglicéridos y el colesterol malo, suben el colesterol bueno), rica en minerales (calcio, magnesio, fósforo, azufre, sodio, potasio, cobre, hierro, manganeso, selenio, zinc) y vitaminas A, C, E y complejo de la vitamina B.

Generalmente, la algarroba que encontramos molida en las tiendas ha sido previamente tostada. Nos interesa comprarla cruda, ya que tiene mayor calidad nutritiva que la convencional y un mayor contenido de fitonutrientes y nutracéuticos y mayor calidad nutritiva en general. En crudo tiene un gran poder antioxidante y de antienvejecimiento celular, ayuda a regenerar las células, tiene un efecto detox, es altamente alcalinizante y beneficiosa para el sistema inmune. Aún así, hay a quien no le sienta bien la algarroba, siempre la podrás sustituir por cacao en polvo.

La proteina de cáñamo (opcional en esta receta) se elabora en frío  a partir de la semilla del cáñamo y es conocida por ser la proteína más biodisponible del mundo vegetal. Contiene todos los aminoácidos esenciales y otros aminoácidos necesarios para el crecimiento infantil. Estimula el sistema inmune, contiene los ácidos grasos esenciales omega 3, 6 y 9 en proporicones ideales y es una fuente muy importante de vitamina E y complejo B y minerales como el fósforo, el potasio, el magnesio, el hierro. Mira, de pronto, este batido tan bueno para recobrar fuerzas se ha convertido en un batido ideal para los peques de la casa, ya que estimula el crecimiento y aporta nutrientes esenciales difíciles de encontrar en el reino vegetal. ¡Fantástico! ¿No? Además, es un batido muy suave y dulcecito, con ése sabor dulce y con notas de chocolate que gusta a todos los niños.

Bueno, ya no me extiendo más. Te dejo a tí para que investigues las propiedades nutritivas de la manzana y las espinacas; que tan popularmente se conocen como alimentos de salud y fuerza.

Aquí sigue la receta, verás que sencillísima y qué placer más puro; te recargará de energía, será tu alimento y también tu medicina.

Ingredientes

2 plátanos, pelados y troceados
1 manzana roja, troceada con la piel y las semillas (opcional, puedes añadir otro plátano si no quieres añadir manzana)
100 gr de espinacas baby
1 taza de cubitos de hielo
3 c soperas de algarroba en polvo (o 1,5 c. soperas de cacao en polvo)
2 c soperas de proteína de cáñamo (opcional, la verdad es que es un plus, y no le hace falta para elevarte al séptimo cielo cuando pruebes este súper batido)

Método de preparación

Colocar todos los ingredientes en una batidora de vaso y batir. Servir en vasos para batidos y disfrutar fresquito.

¡Bon appétit!

Heladitos deliciosos de piña y cilantro

Hace unos días que he vuelto de mis micro vacaciones.

He aprovechado para quedar con amigos y conocidos, personas muy especiales. Me encanta quedar con amigos y hablar de cosas que importan y también de cosas que no importan; compartir unos minutos, unas horas, unos zumos, unos rayitos de sol o el frescor de la noche; intercambiar opiniones, ideas, inquietudes; hacer preguntas, dar repuestas, plantear hipótesis. Y, lo mejor, adoro compartir ideas y momentos con los que construir, seguir construyendo, de manera individual o con otras personas de ideas e intereses afines.

Las micro vacaciones me sentaron genial. Es como si hubiese estado meses descansando. Sé que se lo debo no sólo a los momentos de desconexión, al cambio de entorno, a las actividades diferentes, al clima fantástico del verano, a los estímulos nuevos, sino a todas estas personas con las que he podido compartir aunque fuese unos segundos y hablar de pocas cositas, pero cargadas de significado. He vuelto con energías renovadas y con ganas de seguir haciendo mil cosas en la misma línea de estos últimos años, desde que comencé a escribir este blog, hace ya más de cuatro años atrás.

Así que estos últimos días estoy un poquito más activa de lo normal, con mil ideas y unas cuantas recetas inspiradas en las últimas vivencias.

La receta que te dejo hoy es una de éstas. Es sencillísima, pero deliciosa. Me fascina cuando las recetas sencillas son tan increíblemente ricas y saludables. Ésta es apta para todas las edades y condiciones y de lo más digestiva. Sólo lleva dos ingredientes y amor a a borbotones. A ver qué te parece. Es una receta para hacer «helados de hielo». Aunque es un hielo sin agua añadida, sólo contiene el agua de la fruta. Te sorprenderá seguro, ya que tiene una textura completamente diferente; no es tan duro ni tan frío como el agua congelada y es una delicia para las horas de más calor del verano.

Para prepararlo, necesitarás moldes para hacer helados. Son muy comunes en las tiendas donde venden menaje de cocina. Si no los encuentras, siempre puedes improvisar utilizando vasitos.

Ingredientes

1/2 piña madura, pelada y troceada
4 c. soperas de cilantro picadito

Método de preparación

Colocar la piña en una batidora de vaso y batir hasta obtener una mezcla muy suave y homogénea. Añadir el cilantro y mezclar con una cuchara de madera. No volver a batir, el cilantro tiene que quedar tal cual, picadito fino con el cuchillo.

Reparte la mezcla en los moldes para hacer helado. Deja como 1 cm del molde vacío, porque al congelar la mezcla aumentará de volumen y no queremos que se desborde del molde.

Coloca los moldes para helados en el congelador y congela durante una hora.

Ahora es el momento ideal para colocar el palito de los helados. Coloca un palito clavándalo en una de las mezclas vertidas en el molde y asegúrate de que se sujeta bien, si no, quiere decir que tienes que dejar congelar la mezcla un poco más. Si el palito se aguanta, fantástico. Coloca todos los palitos clavándolos en el batido de piña semicongelado de los moldes y congela de nuevo hasta que esté completamente endurecido; como unas seis horas.

A la hora de servir, retirar los moldes de helado del congelador unos 5 minutos antes de consumir. Estira del palito y verás qué increíblemente fácil se desmoldan todos los helados.

Estos helados los puedes disfrutar entre horas, como postre e incluso como un entrante muy original en tus comidas de verano. Verás, una maravilla de lo más sencillo con la que sorprenderás y regalarás salud a tí y a los que te rodean.

¡Bon appétit!

Tarta frutariana Love & Roses

Esta tarta es súper especial. La preparé para alguien también muy especial y en principio iba a ser una tarta frutariana de higos y cerezas. Pero, a veces pasas que no todos los ingredientes están disponibles cuando una sale a hacer la compra receta en mano. No hubo manera de encontrar higos frescos, bueno, sí, sí que había, pero los «bonitos» no eran ecológicos y los ecológicos no eran tan «bonitos». En general, me da igual si una fruta está más o menos inmaculada, todas son bellas a mis ojos; la variedad de pequeñas formas y máculas es lo más natural y lo más preferible. Pero para una tarta, pues intento escoger frutas que luzcan.

Así que decidí cambiar mi receta mientras hacía la compra, y el resultado fue espectacular. Esta tarta, a diferencia que la tarta frutariana de higos y cerezas, no era una tarta para el día a día, así que me permetí unos cuantos toques festivos que, créeme, acabaron dando a la tarta un sabor espectaculares.

En cuanto tengas unos momentos de tranquilidad en la cocina, la tienes que preparar. Es una maravilla que seguró sorprenderá y deleitará a todos.

Aquí viene ya la receta.

Tarta Love & Roses

Tiempo de preparación: 10 min Tiempo de cocción: no necesita Listo en: 2 horas

Ingredientes

Para la base
500 gr de orejones de albaricoque naturales

Para el relleno
3 melocotones de viña grandes, lavados, con la piel y la semilla descartada
4 peras Anjou, lavadas y con la piel
50 gr de manteca de cacao, en estado líquido (derretir al baño María)
1 c. sopera de pétalos de rosa, deshidratados y molidos
2 limones, el zumo
17 cerezas maduras
24 bayas goji

Método de preparación

Utilizaremos los orejones, nada más que los orejones, para dar forma a la base de la tarta. Primero de todo, trocea todos los orejones con un cuchillo, en cubitos pequeños. De cada orejón puedes hacer unos nueve trocitos. También vas a necesitar una base desmoldable para tartas de unos 24 cm de diámetro. Recorta un círculo de papel de hornear del tamaño de la base del molde y coloca en el molde. Ahora, coloca pequeñas porciones de los orejones troceados sobre el molde y presiona suavemente con los dedos para crear una masa de aproximadamente 1 cm de grosor sólo de carne de orejones. Añade los orejones troceados, presionando con las yemas de los dedos y dando forma hasta tener la base cubierta y bien homogénea. Reserva.

Ahora prepararemos el relleno.

Lamina las peras con la ayuda de una mandolina, las láminas deberían ser de 1 mm de grosor. Tan fino como puedas. Una vez laminadas las peras, baña en el zumo de limón y reserva.

En una batidora de vaso, coloca los melocotones deshuesados y troceados, la manteca de cacao y los pétalos de rosas molidos. Bate hasta obtener una crema bien suave y emulsionada.

Ahora ya podemos rellenar la tarta. Coloca una primera capa de pera en láminas. Una vez lista la primera capa de pera, cubre con 1/3 de la crema de melocotón y rosas. Repite la operación dos veces, tienes que tener tres capas de pera y tres de crema de melocotón.

Ya casi estamos. Decora al gusto la superficie de la tarta con láminas de pera restante, las cerezas y las bayas goji.

Ya está, lista. Pero primero tiene que reposar un mínimo de dos horas en la nevera antes de servir. Luego, ya estará lista para desmoldar con cuidado y servir. Una tarta muy especial, para gente muy especial con un fondo de chocolate, melocotón y rosas maravilloso que recuerda los cuentos maravillosos del antiguo lejano Oriente… Ahora sí que no te podrás resistir.

¡Ahora te toca a tí!

¡Bon appétit!