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Helado de piña con coulis de cereza

Parece que el verano empieza a amenazar con irse, ¿verdad? Aún queda, aún queda, pero es obvio que ha refrescado ya, los días son más cortos y poco a poco todos empezamos a retomar nuestras rutinas de trabajo. Pero aún están ahí los rayitos del sol para prepararnos una receta regalona como ésta, un helado de piña con mermelada de cerezas que sé que te va a enamorar.

Yo sé que si me sigues ya lo sabes, pero yo raramente tomo alimentos que han estado congelados antes, ya que no se consideran crudos: el congelado cambia la estructura molecular de los alimentos, las enzimas pierden su efecto catalizador y las proteínas y las vitaminas se desnaturalizan. De hecho, congelar tiene un efecto muy parecido a la cocción suave sobre los alimentos. A parte, los helados enfrían el cuerpo de manera innecesaria y paran la secreción de jugos gástricos al llegar al estómago. Pero un día es un día, y sin duda este tipo de capricho es mucho más saludable que sus homólogos industriales y súper azucarados.

Por otra parte, para que el congelado afecte lo menos posible a los alimentos, podemos congelar el mínimo de horas necesarias, unas 8 horas serán suficientes. Recuerda, cuántas más horas esté congelado un alimento, más se degrada.

El verano nos trae muchas variedades de frutas muy antioxidante, aprovéchalas para reponer tus «baterías» de vitaminas, fitonutrientes y antioxidantes antes de que esté aquí el invierno, las vamos a necesitar seguro para que nuestro organismo pueda enfrentarse a los cambios y a la dureza del clima frío del invierno.

Para este helado he utilizado tres de estas súper frutas bien saludables: piña, cerezas e higos; y un poco de dulzor extra de dátiles. Nada más, y nada menos. Sólo lo mejor de lo mejor: alimentos naturales sin ninguna manipulación antes de llegar a nuestra cocina.

Si lo preparas, yo sé que la cremosidad de la piña te va a chiflar. Si la trituramos una vez está congelada, obtenemos una textura cremosa y suave increíble. Como la piña no contiene almidones, a diferencia del plátano que es la otra «super star» de las frutas a la hora de preparar helados cremosos, se combina muy bien con otras frutas y no nos repite ningún ingrediente durante la digestión.

Cherries coulies

Para el coulis he utilizado cerezas y una fruta muy dulce, dátil de la variedad medjool, para darle un dulzor extra y una textura bien suave. Sí, sí, ya sé que acabó la temporada de cerezas, pero las podemos sustituir por otras frutas igual de interesantes. Puedes utilizar uvas negras, ciruelas rojas, arándanos, moras o frambuesas. Este coulis, te hará también las veces de mermelada, puedes extenderla sobre una rodajita de manzana u otra fruta de temporada para una merienda ideal.

Pero antes, un poquito de historia sobre las cerezas, una de las frutas que más adoro…

Las cerezas contienen antocianinas, potentísimos antioxidantes que ayudan en la prevención de enfermedades cardíacas y del cáncer, reducen la inflamación y los síntomas de la artritis y la gota; contienen melatonina, un antioxidante que ayuda a regular el ritmo cardíaco y los ciclos de sueño del cuerpo; son una excelente fuente de betacaroteno (provitamina A); son ricas en vitaminas C, E, potasio, magnesio, hierro, ácido fólico y fibra natural fermentable, la mejor para nuestro intestino.

Hay muy pocos ejemplos de comentarios en obras y documentos antiguos donde se mencione al cerezo. Esta ausencia de registros tal vez fue debida a la naturaleza frágil y perecedera de la cereza, a diferencia de la manzana.

Se han encontrado evidencias del consumo de cerezas en enclaves prehistóricos en varias partes del mundo. Según el profesor U.P. Hendrick, autor de Las cerezas de Nueva York, los chinos fueron probablemente los primeros en domesticar las cerezas —no se sabe con certeza si fueron dulces o agrias— hace alrededor de cuatro mil años.

Cherries coulies

Los primeros registros disponibles indican que los griegos fueron los primeros en cultivar árboles de cerezas en Occidente. Aunque se supone que se plantaban en las montañas del Cáucaso y que llegó a Europa desde Asia Menor, en el año 72 AC, algunos investigadores plantean que fueron los pájaros, a través de sus heces, los que expandieron el cerezo a través de Europa ya antes del paleolítico.

El político republicano romano Lucius Licinius Lucullus conquistó la ciudad de Cyzicus, en Turquía, donde aparentemente encontró huertos de cerezos y maravillado por su sabor y aspecto decidió llevarlos a Roma. Más de dos mil años más tarde sobre las ruinas de Cyzicus aún están los huertos con sus exquisitas cerezas.

Plinio el Viejo, el escritor y político romano, en su Historia de la naturaleza, menciona 10 variedades de cerezas que se cultivaban en Italia en la antigüedad, lo que indica que los romanos, conocedores de las técnicas agrícolas del injerto, desarrollaron varios de los tipos de cerezas que conocemos hoy en día. La propagación del cerezo a través de Europa y Gran Bretaña vino con la conquista de las legiones romanas, porque la cereza era parte de la dieta de los legionarios.

Este árbol es conocido como «ciliegia» en italiano, «kerasos» en griego, y «cerise» en francés. En 1629 fue cultivado en el condado de Kent, en Inglaterra, después de haber sido replantado allí por el jardinero del rey Enrique VIII, a petición de éste que había traído unos retoños, después de su desastrosa campaña militar en Francia.

La cereza llegó a los Estados Unidos con la colonización. Fue plantado en Massachusetts por los primeros inmigrantes llegados de Inglaterra y Holanda. Las cerezas también llegaron a través del río San Lorenzo y en el área de los Grandes Lagos, con colonos franceses de Normandía. Antes de 1847, existían cultivos comerciales en el estado de Oregón, y, actualmente Estados Unidos es el mayor productos mundial de cerezas.

Pineapple cherries icecream

Helado de piña y coulis de cereza

Ingredientes

Para el coulis de cereza
20 cerezas, deshuesadas
2 dátiles medjool, deshuesados
1 pellizquito de sal
1/2 limón, el zumo

Para el helado de piña
1 piña bien madura, pelada, troceada y congelada durante 8 horas

Truco: Cuando congeles la piña, colócala en un recipiente de cristal por capas separadas entre sí con papel de hornear, que no se toquen para que cuando las vayamos a utilizar no hayan cristalizado juntas y nos cueste triturarlas.

Método de preparación

Para el coulis de cerezas
Coloca los ingredientes en una batidora de vaso y bate hasta obtener una mezcla suave y sin grumos.

Para el helado de piña
Colocar los trocitos de piña en un robot de cocina y tritura a la velocidad mínima hasta obtener un helado cremoso.

Transferir a un recipiente de cristal y añadir con el coulis de cerezas y mezclar con cuidado con una cucharilla, haciendo aguas.

Tapar y colocar en el congelador durante una hora más, justo antes de servir.

Tras una hora en el congelador, nuestro helado de piña tendrá la textura perfecta para ser servido. Maravilloso.

Bon appétit!

Rawnuts con chocolate

Por fin está aquí la receta de rawnuts que os había prometido. Espero que tengáis ya todos los ingredientes preparados, aunque son muy comunes y, si no los tenéis todos, seguro que no os cuesta nada encontralos.

Yo sé que la receta, de tan fácil que es, os va a sorprender. Esta vez casi que sólo hay que preocuparse de preparar nuestra cobertura pura de chocolate, sin nada de azúcares añadidos, no le hace ninguna falta con el dulzor natural de la «masa» de estos rawnuts.

Cuando preparo chocolate, a mí me gusta hacerlo desde cero, es decir, mezclando manteca de cacao con cacao en polvo o moliendo nibs de cacao con la manteca, o bien moliendo la pasta de cacao y añadiendo más manteca hasta conseguir la textura que me interese.

Todos los ingredientes para preparar tu chocolate en casa los puedes encontrar, bio y crudos, cada vez más fácilmente en tiendas de alimentación saludable. A mí los que me gusta utilizar son los de Salud Viva. No sólo para preparar el chocolate, sino para decorar dulces y complementar platos y recetas no hay más variedad ni más color ni más calidad que en la gama que ha ido construyendo Salud Viva.

Aunque si te apetece, puedes utilizar chocolate 100% ya preparado. Que sea como mínimo bio y a ser posible también crudo. Verás que en muchas tiendas de alimentación saludable y bio la sección de productos de chocolate es cada vez más amplia y variada, con el porcentage de pureza escrito bien claro. La verdad es que es una maravilla poder encontrar productos tan cuidados, crudos o no, 100% cacao. En todo caso, si decides comprar tu chocolate bio ya hecho, tómate unos segundos antes de comprar y lee la etiqueta para asegurarte que no contiene ingredientes innecesarios, como lecitina de soja o saborizantes. No nos hacen falta estos añadidos, ¿verdad? Lo que nos interesa es preparar nuestras recetas con los ingredientes lo más puro y lo más cercano posible a su estado natural.

Es por esto que yo acostumbro a prepararme el mío. Si tú también decides hacerlo, haz grandes cantidades, ya que lo podrás guardar en trocitos en botes de cristal tapado en la nevera alrededor de un año, y utilizarlo cuando lo necesites. Así lo hago yo —aunque nunca me duran tanto tiempo—, para que no me dé pereza preparar la mezcla cada vez. Dedico sólo un día a la preparación del mejor y más puro chocolate y así luego lo tengo listo para cualquier receta, aunque sea una cantidad pequeñita.

Para los toppings puedes utilizar tus favoritos, aquí, completa libertad y rienda suelta a tu creatividad. Es la parte más divertida de la receta, y con la que hay que ser más delicado. Bueno, tengo que confesar que para mí la parte más divertida de la receta ha sido hacer la «masa» del rawnut, ja, ja, te lo puedes imaginar.

De vuelta a los toppings, si quieres saber los que he utilizado yo en mis rawnuts son los siguientes: murasaki-imo con semillas de cáñamo, nibs de cacao con azúcar de arenga, almendras crudas con piña en polvo, bayas de goji con cacao en polvo, té verde en polvo matcha con azúcar de arenga. Son todos de Salud Viva, la verdad es que tengo la despensa llena de estos productos maravillosos. No hace falta utilizar mucha cantidad, ya que nutricionalmente son muy densos, con un poquito basta para aprovechar sus múltiples propiedades antioxidantes y anti-aging.

Y, bueno, ¿para la masa del rawnut? A estas alturas yo ya sé que lo más probable es que hayáis ido directos a la receta… Un cocinillas es siempre un cocinillas, ¿verdad? Pues sí, el interior de estos rawnuts es 100% fruta eco y de temporada. Es lo bonito de esta receta, donde la creatividad se puso al servicio de la simplificación. Y, os digo, el resultado es espectacular. La única complicación que pueda tener esta «masa» es quitar la semilla de la fruta, para lo que puedes utilizar una puntilla o cuchillito afilado de cocina o un descorazonador de manzanas. El resto consiste en bañar las frutas en la cobertura de chocolate, decorar y guardar en la nevera para cuando te apetezca un dulce nutritivo, hidrante y refrescante y bien natural.

El paraguayo, como se llama este tipo de melocotón en España, es fruta de temporada todo el verano. Como el resto de variedad de melocotones, no sólo es rico en agua, sino que proporciona fibra, betacarotenos para proteger tu piel del sol en el verano y vitamina C, además de minerales, destacando el potasio, seguido del fósforo y el yodo. Es una de las frutas con carbohidratos reducidos y su aporte energético es de alrededor de 50 kcal. por cada 100 gramos. Lo mejor, con o sin cobertura, está delicioso. Es una finesse entre las frutas, a mí me encanta. pero no soy la única, En todos los lugares donde se lo conoce parece ser que se convierte en la reina de las frutas.

El melocotón, la reina de las frutas

Los melocotones no son solamente una fruta popular, sino que también son simbólicos en muchas tradiciones culturales, en el arte, la pintura y cuentos populares, especialmente en la mitología china, cuyas historias confieren a este fruto propiedades divinas capaces de otorgar la inmortalidad a aquél que lo coma.

A pesar que su nombre botánico, prunus persica, hace pensar que viene de Persia, el melocotón es originario de China, siendo actualmente éste país el mayor productor del mundo. Durante el reinado de Alejandro el Grande, tras la conquista, saqueo y aniquilamiento de Persia, el melocotón fue introducido en Grecia alrededor del 300 AC. Por eso los romanos que lo trajeron de Grecia creyeron que era originario de Persia y lo llamaron «manzana persa», al ignorar su origen real.

Han sido encontrados restos fósiles de melocotones que se remontan a 2.6 millones de años. Se comenzó a cultivar hace apróximadamente unos 2.000 años AC en el noroeste de China, en la cuenca del río Tarim y en las laderas norte de las montañas Kunlun Shan, donde fue domesticado y cultivado por primera vez. Sin embargo, los melocotones se mencionan en manuscritos chinos en el siglo X AC, lo que hace suponer que ya en el Paleolítico se consumían habitualmente y que seguramente fuesen unos de los primeros productos agrícolas de la cultura china.

Los sabios chinos de la antigüedad lo consideraban la fruta preferida de reyes y emperadores. Creían que el melocotón poseía más vitalidad que cualquier otro árbol porque sus flores aparecían antes que brotaran las hojas. E innumerables obras de arte chinas representan el árbol del melocotón en diferentes escenas mitológicas.

Cuando los primeros reyes de China visitaban sus territorios, eran precedidos por brujos armados con ramas de melocotón para protegerlos de los males espectrales. En la víspera de Año Nuevo, los magistrados locales cortaban ramas de madera de melocotón y las colocaban sobre las puertas de sus casas para protegerlas contra las malas influencias.

De Zhang Daoling, el primer Maestro Celestial del Taoísmo, que alcanzó la edad de 120 años, se cuenta que comía en el verano de un árbol de melocotón que brotaba al borde de un precipicio. Este maestro fundó una comunidad de ayuda mutua en la que las personas pagaban diezmos anuales a un tesoro común y a cambio recibían ayuda económica y psicológica. La curación fue una parte importante de su programa y la imagen de Zhang Daoling en un tigre blanco llegó a ser un símbolo de la curación.

El melocotón llegó a tierras americanas de mano de ingleses y españoles durante el período colonial. En el continente americano, EEUU ha llegado a convertirse en el segundo productor mundial de melocotones y allí es considerado un delicatessen. Se sabe que era la fruta preferida de Thomas Jefferson y al parecer fue uno de los primeros en comenzar a cultivarlo como producto agrícola. En muchos países latinoamericanos se le llama durazno y es un fruta muy consumida durante los meses de verano.

Una de las variedades más sabrosas del melocotón es el llamado paraguayo, una mutación del melocotonero que se originó en China, donde fue cultivado originalmente, pero en España tiene este singular nombre que hace suponer a muchos que viene del Paraguay, pero allí no se le conoce con ese nombre y cuando los paraguayos visitan España se sorprenden por este nombre que no asocian con sus frutas tradicionales. En verdad el origen del nombre paraguayo es un enigma, que por suerte no nos impide saborearlo y aprovechar sus milenarias propiedades.

Rawnuts jugosos con cobertura de chocolate puro

Tiempo de preparación: 15 min Tiempo de cocción: no necesita Listo en: 1 hora
Para 6 rawnuts

Ingredientes

6 paraguayos maduros, con la piel y lavados
300 g de chocolate raw puro (yo utilizo una proporción de 250 g de manteca de cacao por 140 g de cacao en polvo)
1/4 T de aceite de coco, en estado líquido

Para los toppings, sé creativo, utiliza tus ingredientes favoritos. Si quieres saber cuáles he utilizado yo, unas líneas más arriba encuentras la lista.

Método de preparación

Funde el chocolate raw puro a una temperatura máxima de 38 ºC.

Mézclalo en un bol con el aceite de coco líquido y con la ayuda de un batidor de varilla ves removiendo a mano para que se mezclen homogéneamente y se enfríe un poco la cobertura de chocolate y tome consistencia más densa.

Como te explicaba arriba, con una puntilla o un descorazonador de manzanas, quita la semilla de los paraguayos. Ya tienes tu rawnut listo. Sólo falta bañarlo en chocolate.

Si los paraguayos son muy jugosos, sécalos bien con papel de cocina. Deben estar secos para que no caiga jugo al bañarlos en la cobertura de chocolate y evitar que se estropee la cobertura que sobrará.

Baña los paraguayos uno a uno en la cobertura de chocolate.

Con la ayuda de un tenedor sácalos del baño de chocolate y déjalos escurrir sobre una rejilla para dejar enfriar tartas o similar.

Mientras escurren el chocolate sobrante, decora con tus toppings preferidos.

Cuando el chocolate haya dejado de gotear, coloca la rejilla en la nevera unos 30 minutos o una hora, para que la cobertura de chocolate se endurezca.

Una vez se ha endurecido la cobertura de chocolate, tus rawnuts ya están listos. Puedes servirlos ya y disfrutarlos.

Te habrá sobrado cobertura de chocolate. La puedes guardar en un recipiente de cristal con tapa en la nevera y, la próxima vez que quieras utilizarla, sólo tendrás que calentarla sumergiendo el bote de cristal en agua calentita hasta que se derrita y listos.

Si quieres guardar algún rawnut para luego, o para mañana, o hasta para dentro de una semana, guárdalos en recipientes de cristal con tapa en la nevera. Estarán perfectos y jugosos como cuando los preparaste.

Por ahora, el placer está servido… y con los mejores ingredientes.

Bon appétit!

Ensalada con brevas tibias

¡Verano ya! Llegó el buen tiempo estable por fin y parece que ya para no marcharse hasta la próxima estación. Y como en todas las fases de transición estacional, tenemos la ocasión de añadir a nuestra dieta las nuevas frutas y otros vegetales sin que hayan desparecido del todo los frutas y verduras de la estación previa. Son momentos muy interesantes para complementar la dieta de la mejor manera posible: a través de nuestros alimentos más fisiológicos y un amplio arcoiris que nos aseguran nutrientes y fitonutrientes de lo más variado, como en la receta que te voy a dejar hoy, mi deliciosa ensalada con brevas tibias, que viene con historia y con consejo para que consumais y guardeis más tiempo fruta fresca de temporada, y muchas ganas de inspirar vuestras ensaladas con alimentos de verdad.

Es también un momento ideal para fijarse qué productos están más maduros en la tienda on el mercado, ya que, como no se pueden guardar mucho tiempo más, los encontraremos en oferta con la ventaja que con el buen clima son productos madurados en planta, que han recibido más sol y que han absorbido más nutrientes de la tierra. Asegúrate siempre que son productos orgánicos —para evitar tóxicos y poder consumir la piel, que atesora el mayor número de nutrientes— y de proximidad —así nos aseguramos que fueron recolectados antes de tiempo ni conservados en cámara—.

Para aquellos que encuentren los alimentos ecológicos caros, hay que fijarse muy bien, que las ofertas con el buen tiempo están ahí y con los mejores alimentos en su mejor estado, como decía: bien maduros y, por tanto, sin almidones y bien fáciles de digerir con el mayor número de nutrientes posible.

El otro día, sin ir más lejos, cuando fui a comprar a mi frutería habitual: tenían un par de cajas de brevas, he dicho cajas, sí, en las que las brevas estaban ya tan maduras que habían empezado a soltar su su propia agua y abrirse. El tendero, que me conoce bien, me regaló una de esas buenas cajas, con más de 30 brevas, ya nadie las iba a comprar, casi se deshacían amenazando con convertirse en mermelada de un momento a otro. Y como no soy de tirar alimentos ni desperdiciar lo que aún está en buen estado, cogí la caja feliz y sorprendida, menudo regalazo, di las gracias y me fui pensando mil ideas para aprovechar esas súper brevas…

Ahora sólo tenía que ver cómo consumir tantas, más de 30, tan madurísimas y sin congelarlas. Ya sabes que los alimentos congelados no se consideran vivos, el frío tiene un efecto muy similar en los alimentos que la cocción y se desnaturalizan y se pierden bastantes nutrientes y la capacidad catabólica de las enzimas.

Así que pensé que lo mejor sería una semideshidratación que dejase la fruta, previamente cortada en cuartos, como si fuese semi pochada. Así también se secarían un poco en vez de seguir hablandándose en su propio jugo. Y eso fue lo que hice, corté todas las brevas en cuatro cuartos longitudinalmente y las coloqué en papel de hornear en el deshidratador, y deshidraté durante 12 horas a 38 ºC.

El resultado no pudo ser más espectacular, se redujo la cantidad de agua, se volvieron más melosos y suaves al paladar y, una vez semideshidratados, pude guardar los que no consumí en el instante en un recipiente de cristal con tapa en la nevera durante otros cuantos días más sin que se estropeasen en absoluto. Eso sí, a la que pasan unso 4 días empieza una leve fermentación que hace que la fruta tenga un suave sabor efervescente que reuerda al licor, pero siguen estando perfectos.

Para servir con la ensalada, estas frutas deliciosas son de lo mejor que hay: dulces y suaves, todavía conservando el calor de la deshidratación como si acabase de cogerlas del árbol en un día soleado o bien fresquitas de la nevera.

Este método, la semideshidratación, es siempre un éxito, y lo puedes aplicar a otras frutas jugosas cuando las encuentres bien maduras (melocolones, mangos, ciruelas…). Recuerda, trocea y semideshidrata y listas para guardar en la nevera.

Sabías que…

El higo, y la breva, no es una fruta, es una infrutescencia, que durante millones de años ha dado de comer a insectos, reptiles, aves, mamíferos e incluso peces —cuando las higueras crecen a la orilla de los ríos—. Te invito a ver este documental, The Queen of Trees, para que conozcas el increíble mundo de las higueras, es fascinante y nos acerca el incríble mundo natural que, especialmente para aquellos que vivimos en la ciudad, parece cada vez más ignoto.

En cada higo, lo que nosotros percibimos como una fruta, hay miríadas de flores en una especie de jardín interior que se convertirán a su vez en miríadas de semillas y miríadas de árboles. Cada higo es en sí mismo una epopeya natural donde se resume la saga interminable de la vida que nos rodea.

Un detalle singular es que algunas higueras, no todas, producen dos cosechas al año: las brevas en junio–julio y los higos entre finales de agosto y principios de septiembre. Las brevas son higos que no llegaron a madurar en otoño, conservándose en estado latente en la rama durante el invierno, alcanzando su madurez en la primavera siguiente. Por eso son mayores y más intensas de sabor que los higos, digamos que tuvieron mucho más tiempo para formarse, cosa que también las hace más nutritivas.

Según los hallazgos arqueológicos la higuera es considerada el primer producto agrícola. En las excavaciones de Gilgal I, un yacimiento en Palestina, vecino a Jericó, se encontraron en 1979 restos que indican con seguridad que ya en aquella temprana época de nuestra historia se plantaban las higueras.

Los arqueólogos hallaron antiguos higos carbonizados almacenados hace 11.400 años en un silo, dentro de una vivienda. Al parecer se trata de una variedad mutante, plantada exclusivamente para el consumo humano. Estos restos muestran claramente que el cultivo de la higuera, en algunas culturas, es anterior al trigo y la cebada y se remonta al Paleolítico.

Los higos descubiertos en Gilgal I carecen de semillas embrionarias, una mutación que no sobrevive en la naturaleza más que una sola generación. Esto sugiere que las higueras en Gilgal I se mantuvieron artificialmente mediante la plantación de esquejes en el suelo, una técnica conocida en la horticultura como propagación vegetativa. Algunos restos de higos encontrados de otras excavaciones del Medio Oriente Antiguo parecen ser de la variedad de Gilgal I.

Algunos de estos árboles fueron plantados y luego abandonados durante el Neolítico en sitios como Gilgal I, y fueron domesticados más adelante con éxito en otras partes del mundo. Desde entonces, la higuera forma parte de nuestra civilización, haciendo posible que hoy en día podamos no solamente deleitarnos con su sabor, sino también incorporar a nuestra dieta sus beneficiosas propiedades nutritivas.

Las especies comestibles son muy digestivas porque contienen una sustancia llamada cradina, una enzima digestiva que nos ayuda a mejorar la asimilación de las proteínas en la dieta (de la misma manera que la bromelaína de la piña y la papaína de la papaya), y un alto contenido en fibra que mejora el tránsito intestinal y por ello también se utiliza el higo como un laxante my suave.

Contiene también minerales como potasio, magnesio y calcio —muy recomendables para la fortaleza muscular, especialmente después de practicar ejercicio—, vitaminas A, B1, B2, B3 y C, hierro y fitonutrientes anti-aging como las antocioaninas, una de las sustancias naturales más antioxidantes que se conocen y que tiene la cualidad de volver de color morado intenso los alimentos. También contienen un 80% de agua, altos contenidos en hidratos de carbono como sacarosa, fructosa y glucosa, lo cual lo convierten en un fruto ideal para recuperarse después de practicar ejercicio.

El higo seco tradicional se forma aplastando con la mano el higo fresco y colocándolo al sol sobre cañizos dejándolo durante días y dándole la vuelta un par de veces para evaporar la mayor parte de su agua. Aquí tienes otor método para deshidratar en casa si te apetece. Para que este proceso de secado natural tenga éxtio debe haber temperaturas superiores a 30°C en los momentos más soleados y no haber días nublados.

El higo seco tiene respecto al higo fresco, en proporción, mucho más calcio e hidratos de carbono, por ser un alimento concentrado, aunque con mayores cantidades de azúcares naturales y mucha menos agua.

Secos, se pueden encontrar todo el año ya que al contener un alto grado de azúcares que actúan de conservante natural y al estar desecados se mantienen en perfecto estado durante largo tiempo. Al haber sido deshidratados a temperaturas por debajo de los 40º C, el higo siendo siendo un alimento vivo —y si de sus semillitas podrás incluso hacer crecer la planta— que mantiene sus propiedades nutritivas, y, lo mismo que las uvas pasas, se lo considera un alimento antianémico, con lo cual es ideal para las etapas de crecimiento (niños, adolescentes, embarazadas).

Ensalada con higos frescos tibios

Ensalada con brevas tibias para junio y julio

Tiempo de preparación: 10 min Tiempo de cocción: no necesita Listo en: 12 horas
Para 2 personas

Ingredientes
4 T de hojas verdes tiernes variadas
10 fresones
6 brevas (o higos frescos según sea temporada) grandes
1 C de tamari
1 C de vinagre de manzana, sin pasteurizar
1 C de aceite de oliva virgen extra de 1ª presión en frío
1 C de piñones crudos

Método de preparación
Trocear las brevas en 4 cuartos longitudinalmente. Colocar en papel de hornear en las bandejas del deshidratador y deshidratar a 38 ºC durante 12 horas.

Una vez las brevas estén semideshidratados, servir las hojas en dos platos, decorar con cuartos de brevas al gusto, los fresosnes cortados en cubitos y los piñones.

Sazonar con el aceite, el vinagre, el tamari y servir.

Guardar las brevas que no se utilicen en el momento en un recipiente de cristal con tapa en la nevera, durarán durante más de una semana bien conservadas.

Bon appétit!

Mi libro: Raw Food Anti–aging

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Parece ser que el Universo siempre nos tiene pequeñas sorpresas reservadas y, si uno se deja llevar, acaba llegando a orillas de nuevas playas por explorar, y, si uno sabe ver, estos nuevos parajes pueden ser fascinantes.

Así es como estoy viviendo en estos momentos la publicación de mi primer libro de alimentación viva y recetas raw food, Raw Food Anti-aging. La cocina de la longevidad: salud, vitalidad, consciencia y belleza.

¿Quién me hubiese dicho hace unos años atrás que acabaría escribiendo un libro sobre alimentación viva gracias a todo lo que aprendí en mi propio proceso de sanación?

Es lo que me pasó a mí. No sólo conseguí lo que a los médicos les costaba creer (borrar de mis análisis un diagnóstico de Lupus Eritematoso gracias a un cambio radical en mi alimentación y mi estilo de vida, sin medicación de ningún tipo) sino que descubrí la belleza de la cocina basada en plantas en su estado más puro y vital. Y eso para mí fue un flechazo a primera vista.

Raw Food Anti-aging

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Éste es el libro que me hubiese gustado encontrar cuando lo necesité hace más de una década. Lo busqué en muchas librerías y en bibliotecas, sin encontrarlo, y mientras iba buscando adquirí muchos otros libros y escritos bien interesantes, algunos imprescindibles, sin los cuales el mío tampoco sería el mismo (algunos de ellos los encontrarás citados en la bibliografía de este libro). Al final, de tanto buscar sin encontrar, he acabado escribéndolo. Se ha ido gestando, como sin querer, en el transcurso de los últimos 10 años, entre lecturas erróneas y lecturas acertadas y mucha experimentación. Me parece increíble que por fin vea la luz lo que para mí es una de las cosas más bellas que he hecho en mi vida.

Sí, por fin, me ha costado años escribirlo, lo sé. Disculpad la lentitud, pero, ¿sabéis qué? Que en el fondo me alegro de haber tardado tantísimo, ya que durante todo este tiempo he ido recopilando más y más información, perfeccionando recetas, siendo consciente de lo que estaba haciendo, profundizando en mi propia alimentación y su efecto en mi salud, encontrando y entendiendo todas las críticas negativas de aquéllos que no entendieron bien en qué consiste la alimentación viva, investigando nuevas fuentes de información. En definitiva, viviendo, leyendo, asimilando, sintetizando, probando, mejorando… Entendiendo y resolviendo posibles dificultades; escuchando y anotando las preguntas que me habéis estado formulando durante todo este tiempo, ya sea a través de este blog, de las redes sociales o en los talleres y ciclos de alimentación viva que imparto. Desde ya, gracias a todos por haberme ayudado a cuestionarme y ayudarme así en todo este proceso que explico.

Al final, el resultado ha sido este libro precioso de 352 páginas a todo color.

En este link encuentras una previsualización de sus primeras 25 páginas, un booktrailer (vídeo abajo) con una entrevista que me hicieron en Ediciones Urano y una cápsula de mi editora.

La maquetación del libro, bellísima, es de Twice Design, gracias, Roser Orra, por el trabajo divino; no me voy a sonrojar si confieso aquí y ahora que cada vez que pienso en el trabajo que hemos hecho juntas y lo veo en mis manos se me saltan las lagrimitas con una emoción nueva.

También he incluido gráficos para facilitar el contenido teórico del libro, a modo de resúmenes, elaborados por mí y maquetados por mi diseñador favorito, Johnny Richards, gracias, Johnny, por la precisión y la organización de la información, no era fácil comunicarla, pero lo hemos conseguido.

No me voy a olvidar de todo el equipo de Ediciones Urano que ha estado trabajando en la mejora de mi/nuestro libro, especialmente de mi editora, responsable directa de ponerle fecha de nacimiento y de coordinar el mejor equipo de profesionales que han leído, revisado y sugerido mejoras, gracias Rocío y gracias al resto del equipo de Urano por acompañarme a lo largo de esta aventura.

He incluido un total de 66 recetas propias e inéditas ilustradas con mis propias fotografías.  También soy responsable del estilismo de los bodegones, el desarrollo y la preparación de las recetas y de las 42 ilustraciones a lo largo del libro… Ya no me quedó más amor ni más tiempo que poner en la gestación de este libro, e, imagínete, estoy más que feliz de por fin verlo ya en los escaparates de las librerías, en tiendas de salud y alimentación, restaurantes, escuelas de alimentación viva, online… y pronto llegará también a otros tantos lugares en América. Qué emoción y qué alegría saber que mi libro es una vía más, y tan eficaz, de seguir divulgando y compartiendo con vosotros lo que he aprendido en los últimos años de mi vida.

Os dejo aquí el índice, para daros una idea del contenido. Clicar en la imagen para ampliar.

Mi libro, Raw Food Anti-aging. Índice.

Éste es el índice de mi libro. Clica en la imagen para ampliarlo y conocer los contenidos

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El libro, como el mismo título sugiere, es dos en uno: un acercamiento doble a la alimentación viva y a las propiedades antienvejecimiento (anti–aging) de los alimentos. He intentado ser lo más exhaustiva posible, pero sin extenderme demasiado y no acabar escribiendo una enciclopedia… Igual por eso, mis editores le han dado el sobrenombre de La Biblia del Raw Food a mi librito. La verdad, cada vez que lo leo me sonrojo, yo soy más humilde que la reseña en la contracubierta; aunque en el fondo me parece muy bien, es una opinión externa a mí de profesionales que han valorado mi trabajo. Así que esta vez he decidido fluir y dejar que cada cuál haga su trabajo para darle el mejor «vestido» a mi libro.

Mi libro, Raw Food Anti-aging. Tortilla

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Tan sólo unos años atrás, no había tanta información de fácil acceso sobre alimentación anti–aging, ni sobre alimentación ortomolecular, o antioxidante, o anticáncer, o alimentación viva. Así que inicié mi camino por total necesidad y con mucha intuición. Afortunadamente, hoy día tenemos herramientas fantásticas que nos permiten tener acceso a información muy específica, ellas me permitieron descubrir el trabajo de biólogos y especialistas en alimentación y estilo de vida al otro lado del mundo y empecé a entender y a aplicar muchos de los principios que rigen hoy día mi vida y que la hacen brillar con vitalidad y salud.

Mi libro, Raw Food Anti-aging. Arrawz Negro

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Gracias a esta experiencia decidí crear este blog, a finales de 2009, para compartir con aquellas personas que pudiesen necesitarlo lo que a mí me costó encontrar y poner a la práctica. Dos años más tarde, en 2012, empecé a impartir talleres de cocina y alimentación viva por petición vuestra, los seguidores de Kijimuna’s Kitchen. Y, por fin, un poco más de 6 años más tarde, llega el libro que muchos de vosotros me habíais pedido y cuyo sentido por fin yo misma comprendo al verlo «en carne y huesos». Feliz de estar en este momento, sólo me queda  agradeceros el apoyo, el interés y el calor durante todo este tiempo. Ya tenemos este libro que no es sólo mío, sino tuyo y mío y de todos nosotros.

Deseo que te inspire y ayude a embellecer tu plato, tu mesa, tu cocina, tu salud, tu vida.

Mi libro, Raw Food Anti-aging. Croissants

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NOTA: Raw Food Anti-aging. La cocina de la longevidad: salud, vitalidad, consciencia y belleza empezó a estar a la venta en librerías —Fnac y La Casa del Llibre entre muchas otras— y tiendas de salud y alimentación en toda España —Salud Viva, Fitovitalia, Biospace, The Living Food, Botanique, Bionèctar…— y en línea en Amazon España a partir del 4 de abril de 2016. La versión e-book la encontrarás en Amabook. A Latinoamérica llegará un poquito más tarde, ya os iré avisando. Aunque parece ser que para mayo ya estará disponible en Argentina.

Lo que dicen de mi libro, Raw Food Anti-aging

«Este libro no es sólo un libro de cocina crudivegana anti-edad sino un gran máster de salud natural y cocina raw food creativa, saludable, sencilla, consciente y gourmet. Un libro que muchos y muchas estábamos esperando con ansia y con el que se han superado todas las expectativas. Riguroso, generoso, serio, bello y práctico, donde la autora nos enseña lo buena chef, fotógrafa e ilustradora que es. ¡Gracias, Consol!»

Carmen Méndez, Cocina Medicina

«Para los que todavía no lo conocéis, os presento el nuevo libro de referencia de alimentación saludable, creado y editado en nuestro país por mi amiga y compañera de trabajo Consol Rodríguez, de Kijimuna s Kitchen: Raw Food Anti Aging, editado por URANO.
Ante todo, decir que entendemos la alimentación saludable como aquella que, como bien dice su raíz, crea SALUD. Y hoy en día, esto es un concepto con bastante controversia pues, a menudo, leemos artículos o libros de personas que, promoviendo una «alimentación saludable», basan esta alimentación en alimentos que ensucian nuestro organismo, creando toxinas y enfermedad, aunque sean de origen vegetal.
En este libro encontrarás una extensa y evidente base científica en la que se explica qué es la alimentación fisiológica del ser humano (la saludable), haciendo un paseo, desde su evolución y fisiología, hasta los últimos estudios biológicos y bioquímicos sobre nutrición humana. Fascinante.
También explica cómo combinar los alimentos para que nos nutran y cómo mantener la salud y la longevidad a través de la alimentación (concepto hipocrático ancestral).
Un libro que enseña una realidad científica, muy bien explicada, con ilustraciones muy bonitas y con un lenguaje sencillo y comprensible para todos, para que cada uno saque sus propias conclusiones.
Y después de la parte científica, un regalo: unas recetas deliciosas y fáciles de elaborar, que sorprenderán del universo de posibilidades que ofrece la cocina fisiológica (o cocina viva – Raw & Living Food): zumos, batidos, ensaladas, ceviches, arroces, quesos, tortilla, chocolate, helados, galletas, panes … y también cosmética «home-made», para hombre y para mujer.
Recomendado 100% a todos los públicos, tanto a particulares como a profesionales de la salud.

Eva Roca, Escuela de Alimentación Viva Crudivegània

«TROZOS DE AMOR COMESTIBLES. Ya sólo su presentación deja sin palabras. Un libro grande, pero grande en el sentido puro del amor hecho visible. Ella sabe cocinar para nutrir los sentidos tanto como el alma. Te invita a comer porque el amor le queda riquísimo. Este es el mayor don de Consol Rodriguez. Sabe que el principal condimento de una cocina es amor, solo hay que tener su libro entre tus manos para ver cómo sus tapas dulces, esa dulce tapa justa y suficiente como para acomodarse en tus manos, acariciando su delicada encuadernación  y una portada que obliga a colocar a la vista para poder disfrutar de ella. Aquí se inicia el viaje… Que difícil se me hace describir sabiendo que tengo en mis manos un libro cargado de miles de horas de sueños vividos, de insomnios precipitados, de exigencia calmada, otras de tempestades y de busquedad personal e involucración intima, sólo balbucear por él te das cuenta del camino recorrido escarpado a lomas suaves, porque en el hay todo y todo de ella y más… ¿La Biblia del Raw Food? ¡Si! Una Biblia que te hace cambiar en cada página, pero sobre todo tengo en mis manos un libro que evoca y rezuma amor tanto como creatividad, ingredientes sumamente vitales; tan vitales como los sabores que desprenden sus imágenes capturando su propia identidad. Porque si por algo se ha distinguido Consol durante todo este tiempo en este país, es por su sello único de identidad a la hora de crear Raw Food. Esa identidad que evoca el buen gusto en todas las dimensiones como en todas las direcciones, si algo brota en ella es una fuente espontánea de creatividad constante,  buen gusto, bien explicado, humilde, bello… difícil encuentro en gran parte de los libros de cocina. Pero no es uno más, ni mucho menos, es un viaje a relacionarte y conocerte y a invitarte a que lo hagas por pasión sabiendo que la mejor medicina es amar lo que haces, éste sería el primer ingrediente; el segundo ingrediente,  inspiración; el tercero, paciencia; y el cuarto ingrediente, convertirlo en arte. Y estos ingredientes ella los convierte en fácil maestría.
Es verdad que el mundo de las emociones culinarias no sólo es prácticamente inabarcable sino también muy difícil de definir de manera universal, ya que no todo el mundo siente igual ni con la misma intensidad, sabores, gustos, creatividad…Es por eso que en este libro texto e imágenes son parte de un todo y a la vez tienen el mismo peso por separado. Porque todas las ilustraciones de Consol consiguen definir exactamente la emoción que representa su vida y su cocina y son un auténtico placer  para aquellos a quienes nos gusta perdernos en los detalles. Sin duda que será, de hecho ya lo es, la maestra del Raw Food de este país. Viajar al país de los sentidos culinarios es fácil, nos lo has hecho tan fácil querida Consol, que me veo obligada a rendirme una vez mas, y no seré yo  quien declare aquí  y desvele su magia, su libro  hoy ya tiene su vida propia; pues este es el viaje que el lector debe descubrir, porque aun en tus manos, querido lector, tiene su propio destino y esto pasa solo cuando un libro está vivo… vivo porque te invita a celebrar Raw Food anti-aging«

Rosa Martos, Salud Viva.

«Consol Rodríguez es una artista que en los años noventa estaba metida en la emergencia artística de los nuevos autores que recuperaban el dibujo desde una genética digital. (…), Consol se ha reconvertido en una especie de artista/nutricionista. Acaba de pubicar el libro Raw Food Anti-aging. La cocina de la longevidad: salud, vitalidad, consciencia y belleza (Urano), en el que analiza lo que es para ella una dieta sana: propone comer mucho crudo. El libro, a parte de su interés estético, tiene como singularidad el trabajo gráfico, realizado por ella misma. La obra me recuerda un libro de cocina que hizo Mary, la hija de Linda y Pau McCartney. Fotógrafa como la madre, las imágenes del libro eran suyas. Cuando decimos que la cocina es un arte podemos ir más allá de un plato en la mesa.»

Jaume Vidal, periodista en El Punt Avui.

«La Biblia del movimiento RawFood» se trata de un extensísimo y súper completo estudio para conocer las herramientas y secretos de la alimentación viva que incluye más de 50 recetas sencillas y súper energéticas, toda una revolución vital que te asegura una existencia más sana y longeva. Sin olvidar que las maravillosas fotos e ilustraciones son obra de la propia autora. ¡Una auténtica maravilla!
Este libro está dirigido tanto a principiantes como a estudiantes y profesionales de la salud, la nutrición y la gastronomía, cargado de información pero presentada de forma muy cercana y accesible para todos. Cada página está diseñada para ayudarte a activar tu verdadero potencial de sanación así como al “cocinitas” que hay en ti.
La autora muestra su vasto conocimiento sobre nutrición, y más concretamente en el campo de la alimentación cruda y llena de vida. Usa un estilo cómodo por lo que estamos convencidos de que para mucha gente será un libro-guía con un poder transformador de sus vidas en el sentido que uno se siente fácilmente conectado con el ser vivo y natural que verdaderamente es.
Algo que nosotros valoramos mucho es el hecho de que directa e indirectamente se encuentran muchos consejos de salud y nutrición, presentados de forma clara y basados en la tradición y la ciencia. Se trata de un libro cuyas recetas promueven la excelencia nutricional, la salud, el bienestar, la belleza, la agricultura orgánica y sostenible, así como la transformación individual de la dieta y el estilo de vida. Es, por lo tanto, un excelente recurso para todo aquél que esté interesado en seguir el camino hacia la belleza, energía y una larga esperanza de vida!!!

Santi Masvidal y Miguel BonacheThe Living Food Bio Vegan Store

¡Ya de entrada el grosor del libro «Raw Food Anti-Aging» nos dejó con la boca abierta! Y después de ojearlo pensamos ¡cuanta información valiosa junta!
Es un libro muy completo ya que combina la teoría con la práctica, proporcionando información con enfoque científico y con sentido común, y ¡está lleno de recetas buenísimas que animan a cualquiera a crucinar!
Estamos realmente contentos y seguros de que este libro va a concienciar a mucha más gente y animará a introducir alimentos vivos en vuestras dietas. ¡A nosotros nos inspirará y nos fortalecerá para seguir adelante!
Gracias Consol por esta maravillosa creación.

Laura Albors y Ales TvrdyPetit Brot

El libro de Consol Rodriguez invita a los lectores a recorrer de manera solida los diferentes procesos por lo que todos pasamos en nuestro interior día a día frente a cada bocado. Ponernos en nuestros propios zapatos y entender de qué se trata esta proeza y luego a través de ese entendimiento poder elegir si cooperar con nosotros mismos o intoxicarnos, es la cuestión.
Tengo que destacar enormemente la forma objetiva con la que se habla de cada tema, fuera de cualquier tipo de intensión esotérica, que muchas veces es mezclada con la alimentación Raw.
Se puede observar en cada capitulo el compromiso y la vivencia de Consol para con ellos, y si bien son temas complejos, están explicados en un contexto dinámico, lleno de ilustraciones muy estéticas y cuadros explicativos que son simples de entender y recordar, ademas de tener una página de tips que es digna de cuadrito en cualquier alacena.
Luego de todo esto hay una lista de recetas, que van desde un zumo a una crema labial, que son una delicia a los ojos y esenciales para la vida de todos, una propuesta integral de cambio, con herramientas que invitan.
Un libro que podría ser un poco como la maca, el kale, la espirulina de los libros, un SUPER-LIBRO nutrido de conocimientos esenciales para cualquier persona que persiga una vida feliz, consiente y saludable.

Ana Luz SáezVäcka

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Chuficoco cookies digestivas

Alright! Parece que hace mucho tiempo que no publico por aquí, ¿verdad? La verdad es que sí, entre talleres, clases y master classes, másters, publicaciones en revistas y mi libro que ya se publica esta primavera de 2016 (apunta la fecha, el 4 de abril ya lo encontrarás en librerías y online), la verdad es que no he dejado de escribir, inventar y reinventar más y más recetas… Y toda esta actividad no me ha permitido publicar tan frecuentemente por aquí.

¿Quién me hubiese dicho que publicaría tantísimas recetas en tan poco tiempo?

Pero recuerda que si te gustan mis recetas y quieres nuevas, piensa que en Soy como como y Ets el que mentes voy publicando una vez al mes. También publico en la revista Cuerpo Mente, no siempre mensualmente, pero este abril, por ejemplo, va a salir un número donde he podido escribir 3 artículos muy bonitos… yo sé que te van a encantar. Así que sigo divulgando tanto como puedo, para que llegue la semilla de la alimentación consciente a la mayor parte de personas posible. Súper feliz con esta ya no tan nueva faceta.

Pero, bueno, hoy lo que quiero es compartir contigo una súper receta bien especial, para hacer galletitas sin gluten, nutritivas, deliciosas y ricas en fibra en un abrir y cerrar de ojos.

No es necesario hornear, como siempre, y ni siquiera es necesario utilizar el deshiratador.

Para estas galletitas he utilizado harinas muy especiales que no son de cereales ni de frutos secos, así que no contienen gluten y tampoco alérgenos: las harinas de coco y de chufa.

Chufi–coco cookies

Ambas tienen un contenido mucho menor en carbohidratos que las harinas de cereales y tienen un índice glucémico bajo, con lo que son ideales también para las personas que tienen problemas con los niveles de azúcar en sangre (diabetes y prediabetes), y son muy ricas en fibra.

La harina de coco es rica en muchos de los nutrientes que necesitamos a diario, entre ellos, contiene todos los aminoácidos esenciales, las proteínas que nuestro cuerpo no puede sintetizar, tiene altos niveles de cobre y manganeso, es rica en magnesio, fósforo, selenio y zinc y también contiene, en menor cantidad, potasio, sodio, hierro y el complejo de la vitamina B.

Es también rica en grasas saturadas de cadena media, estas grasas son de las más saludables, fáciles de digerir y nos ayudan a metabolizar. Nuestro hígado las quema enseguida, las utiliza como combustible, con lo cual, las grasas del coco no sólo no engordan sino que nos ayudan a controlar el peso y a producir energía diaria sostenida sin necesidad de recurrir a los azúcares —ni siquiera los más saludables y naturales—. Es una maravilla de harina para una repostería bien saludable y culpa cero.

Se elabora a partir de la carne del coco joven (también se le llama coco verde) una vez parcialmente desgrasada y deshidratada, y no a partir de las láminas de coco viejo seco o el coco rallado.

Si la utilizas como sustituto de las harinas de cereales, se necesita utilizar menos cantidad, ya que absorbe mucho líquido y se incha bastante.

Chufi–coco cookies

La otra harina que he utilizado, la de chufa, es simplemente maravillosa. Hace tiempo que la iba buscando y por fin Salud Viva hace unas semanas que ha empezado a distribuirla en España. Nosotros tenemos la suerte de poder utilizar este tubérculo cuyo uso es de tradición muy antigua. Su harina es un poquito más áspera que la tradicional, pero combinada con aceites y grasas saludables es maravillosa y suave como una seda. A las chufas, y su harina, las podríamos considerar un superalimento milenario del Mediterráneo y su uso documentado se remonta al Antiguo Egipto. A la Península la introdujeron hace siglos los pueblos árabes y desde entonces es un cultivo típico de la huerta valenciana, con el que se elabora una de las leches vegetales más populares y deliciosas, la horchata. Las chufas son un alimento muy nutritivo, ricas en aminoácidos esenciales, ácidos grasos esenciales, fibra, vitamina A y E y en los minerales potasio, hierro, magnesio, socio, calcio y fósforo.

Como nos explica Salud Viva en su web, las chufas son unos pequeños tubérculos que constituían el 80% de la cieta paleolítica de nuestros ancestros, hace unos dos millones de años. Contienen un almidón muy resistente, una fibra prebiótica que resiste la digestión y se convierte en combustible para nuestras bacterias probióticas, favoreciendo el tránsito y la salud intestinal. Unos 28 g de harina de chufa contienen el 40% de la fibra diaria recomendada. Las chufas son extraordinariamente ricas en nutrientes y no contienen gluten.

Las chufas son un tubérculo duro (se encuentra deshidratado en las tiendas) y áspero. Puedes intentar molerlas tú para hacer tu propia harina, aunque si no tienes electrodomésticos muy potentes no te va a quedar una harina suave como la que se comercializa que está preparada con molinos industriales.

Chufi–coco cookies

Ingredientes
Tiempo de preparación: 10 min Tiempo de cocción: no necesita Listo en: 1 hora
Para 12 cookies 

1 T de harina de chufa
1/2 T de harina de coco
1 c de vainilla en polvo
1/4 c de sal del Himalaya
1/4 T de sirope de flor de coco o sirope de arce
1/2 T de aceite de coco, en estado líquido
1/4 T de gotas o trocitos de chocolate negro raw o de nibs de cacao puro

Método de preparación

Combinar las harinas, la vainilla y la sal en un bol y mezclar homogéneamente con una espátula o cuchara.
Añadir el aceite de coco derretido, el sirope de flor de coco y las gotas de chocolate y combinar con la espátula hasta obtener una mezcla modelable.
Dividir la masa en 12 porciones diferentes, dar forma de bolitas y chafar dando forma de galletitas.
Refrigerar en la nevera una hora antes de consumir.

Las cookies que no se consuman al instante, se pueden guardar en un bote de cristal en la nevera durante semanas. Aunque ya verás que será difícil que sobrevivan un día.

Bon appétit!